sábado, 25 de febrero de 2012

PAZ PADILLA OSINAGA


PADILLA OSINAGA, Paz (Pampa Grande, Santa Cruz, Bolivia, 1961).- Novelista y cuentista.
Hizo estudios de literatura en la UMSA. Fue director de Patrimonio del Viceministerio de Cultura (2003).
Su libro de cuentos Nel Umbral (1986) es destacado por Daniel Dory, quien señala que “estamos ante una serie de cuentos que poseen a la vez una evidente calidad literaria y un carácter documentario que los asemeja, a menudo, a un texto etnográfico. Ambientados en los valles cruceños, más exactamente en la localidad de Pampa Grande, los relatos de Paz Padilla, que retoman el habla popular de la zona, narran mediante un interlocutor ficticio, (que asume el papel de informante en etnografía), la vida cotidiana, los mitos y los acontecimientos notables de ese pueblo donde lo sobrenatural interfiere permanentemente en las acciones de los humanos”.
Otras de sus obras que han generado comentarios es la novela El gemido del huracán (1991), que está ambientada en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra de los años 1970 y comienzos de los 80, “recorriendo junto a la historia de un joven, algunos hechos y cambios ocurridos en nuestra sociedad”, según reza la contratapa.
El escritor Manuel Vargas hizo el siguiente apunte en torno a El gemido del huracán: “Dentro de la literatura boliviana, en esta obra por primera vez se trata con autenticidad y amplitud, el tema de la juventud. No tanto en un sentido sociológico, educativo o político, sino más bien existencial. Severo, el personaje de la obra, es un joven que vive y sufre una realidad, pero él no la ve, o la ve a su manera: Está cegado por prejuicios que le impiden amar, comunicarse y madurar. Es un ser atrapado”.
Las primeras líneas de esta novela dejan leer: “-Aleja, no te vayas… / La palabras de Severo fueron casi automáticas. El sabía que debía pedirle que no se fuera aún cuando no lo sentía así. El quería dejarla ir porque hacía varios días deseaba verse libre de ella. Primero había sido un impulso que luego se transformó en odio y urgencia por verla lejos. ‘Al fin libre’, pensó cuando la vio perderse tras de la puerta. En el radio a transistores estaban pasando un programa de música criolla y él se puso a tararear el ritmo; estaba feliz. / De pronto tuvo un deseo irrefrenable de contarle a alguien lo que le sucedió. Pensó en sus padres pues eran los que más cerca estaban. Decidió que no. Buscó en su mente tratando de encontrar el nombre de algún amigo que viviera cerca, pero no encontró ninguno. Se dio cuenta que desde hacía mucho tiempo ya no frecuentaba a nadie. Esto lo hacía desde que dedicaba todo su tiempo a Aleja. No se preocupó por no tener alguien en las inmediaciones y más bien se puso a leer. Las horas fueron pasando y él, acunado por la música y el calor, se metió en cada cuadro de la revista viviendo intensamente la historieta. Más tarde decidió que estaría más cómodo si se metía bajo las sábanas. Se quitó la ropa y quedó en calzoncillos. Se cubrió con la sábana, buscó su comodidad en el colchón y la almohada y continuó leyendo. El calor, la música y la lectura lo embriagaron y, sin saber en qué momento, se quedó dormido”.
En 1986, en entrevista con el diario ‘Presencia’ Paz Padilla contó sobre sus motivaciones al escribir: “a veces, mis fantasmas influyen en mi creación y entonces sale material que estaba guardado muy adentro, /…/; salieron porque tenían que salir. Lo hicieron como una respuesta  a esa castración que sufría al vivir en la ciudad, y, me quise evadir por un momento para encontrarme conmigo mismo…”.

LIBROS
Novela: El gemido del huracán (1991); El paraíso de los perdidos (1999).
Cuento: Nel umbral (1986); Los jinetes del tiempo (1992); La covacha del loco (1993); El ogro miope (1995).

Ref.- Presencia, “Entrevista con P.P.O”, 19.10.1986, 18; M. Vargas, “El gemido del huracán”, PL, 02.06.1991, 3; Cáceres, Diccionario Literatura, 179; P. Padilla, contratapa del El gemido…, 1991; Richards, Narrativa del oriente, 2004, 195-204; D. Dory, Una aproximación, 2011, 108-109


COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani


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