PADILLA
OSINAGA, Paz (Pampa Grande, Santa Cruz, Bolivia, 1961).- Novelista y
cuentista.
Hizo estudios de literatura en la UMSA. Fue director de
Patrimonio del Viceministerio de Cultura (2003).
Su libro de cuentos Nel
Umbral (1986) es destacado por Daniel Dory, quien señala que “estamos
ante una serie de cuentos que poseen a la vez una evidente calidad literaria y
un carácter documentario que los asemeja, a menudo, a un texto etnográfico.
Ambientados en los valles cruceños, más exactamente en la localidad de Pampa
Grande, los relatos de Paz Padilla, que retoman el habla popular de la zona,
narran mediante un interlocutor ficticio, (que asume el papel de informante en
etnografía), la vida cotidiana, los mitos y los acontecimientos notables de ese
pueblo donde lo sobrenatural interfiere permanentemente en las acciones de los
humanos”.
Otras de sus obras que han
generado comentarios es la novela El
gemido del huracán (1991), que está
ambientada en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra de los años 1970 y comienzos
de los 80, “recorriendo
junto a la historia de un joven, algunos hechos y cambios ocurridos en nuestra
sociedad”, según reza la contratapa.
El escritor Manuel Vargas hizo el siguiente apunte en
torno a El gemido del huracán: “Dentro de la literatura boliviana, en esta
obra por primera vez se trata con autenticidad y amplitud, el tema de la
juventud. No tanto en un sentido sociológico, educativo o político, sino más
bien existencial. Severo, el personaje de la obra, es un joven que vive y sufre
una realidad, pero él no la ve, o la ve a su manera: Está cegado por prejuicios
que le impiden amar, comunicarse y madurar. Es un ser atrapado”.
Las primeras líneas de esta
novela dejan leer: “-Aleja, no te
vayas… / La palabras de Severo fueron casi automáticas. El sabía que debía
pedirle que no se fuera aún cuando no lo sentía así. El quería dejarla ir
porque hacía varios días deseaba verse libre de ella. Primero había sido un
impulso que luego se transformó en odio y urgencia por verla lejos. ‘Al fin
libre’, pensó cuando la vio perderse tras de la puerta. En el radio a
transistores estaban pasando un programa de música criolla y él se puso a
tararear el ritmo; estaba feliz. / De pronto tuvo un deseo irrefrenable de
contarle a alguien lo que le sucedió. Pensó en sus padres pues eran los que más
cerca estaban. Decidió que no. Buscó en su mente tratando de encontrar el
nombre de algún amigo que viviera cerca, pero no encontró ninguno. Se dio
cuenta que desde hacía mucho tiempo ya no frecuentaba a nadie. Esto lo hacía
desde que dedicaba todo su tiempo a Aleja. No se preocupó por no tener alguien
en las inmediaciones y más bien se puso a leer. Las horas fueron pasando y él,
acunado por la música y el calor, se metió en cada cuadro de la revista
viviendo intensamente la historieta. Más tarde decidió que estaría más cómodo
si se metía bajo las sábanas. Se quitó la ropa y quedó en calzoncillos. Se
cubrió con la sábana, buscó su comodidad en el colchón y la almohada y continuó
leyendo. El calor, la música y la lectura lo embriagaron y, sin saber en qué
momento, se quedó dormido”.
En 1986, en entrevista con el diario ‘Presencia’ Paz
Padilla contó sobre sus motivaciones al escribir: “a veces, mis fantasmas influyen en mi creación y entonces sale material
que estaba guardado muy adentro, /…/; salieron porque tenían que salir. Lo
hicieron como una respuesta a esa
castración que sufría al vivir en la ciudad, y, me quise evadir por un momento
para encontrarme conmigo mismo…”.
LIBROS
Novela: El gemido del huracán (1991); El paraíso de los perdidos (1999).
Cuento: Nel umbral (1986); Los jinetes del tiempo (1992); La
covacha del loco (1993); El ogro
miope (1995).
Ref.-
Presencia, “Entrevista con P.P.O”, 19.10.1986, 18; M. Vargas, “El gemido del
huracán”, PL, 02.06.1991, 3; Cáceres, Diccionario Literatura, 179; P. Padilla,
contratapa del El gemido…, 1991; Richards, Narrativa del oriente, 2004,
195-204; D. Dory, Una aproximación, 2011, 108-109
COPYRIGHT:
Elías Blanco Mamani
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