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martes, 30 de septiembre de 2014

ANTONIO JOSE DE SUCRE Y ALCALA, Mariscal de Ayacucho y segundo presidente de Bolivia


SUCRE Y ALCALÁ, Antonio José
(Cumaná, Venezuela, 1795 – Berruecos, Colombia, 1830).- Mariscal de Ayacucho y segundo Presidente de Bolivia.

Su nombre completo fue: Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá. Nació en el seno de una familia acomodada el 3 de febrero de 1795 en Cumaná, Venezuela, ciudad que dejó a sus 15 años para es estudiar ingeniería militar en Caracas. En 1810 se incorporó a la milicia patriótica y desde entonces acompaña a Simón Bolívar en sus campañas libertarias, la primera de ellas en Nueva Granada (Colombia).

Comandó y venció en las batallas de Pichincha (1822), en el Ecuador, y Ayacucho (1824) en el Perú, por lo que se ganó el título de Mariscal de Ayacucho.

Fue designado Presidente de Bolivia tras dejar el cargo Simón Bolívar, por lo que se convierte en nuestro segundo Presidente. Ejerció el cargo desde el 29 de diciembre de 1825, al 18 de abril de 1828.

En torno a sus labores de Presidente, según anota el historiador W.L. Lofstrom, “Su aspecto más sobresaliente fue el programa de radicales reformas socioeconómicas un profundo despojo de los bienes de la iglesia y la incautación de una gran parte de sus propiedades y tesoros para financiar la reforma educativa, que creó y financió una red de Colegios de Ciencias y Artes en las principales ciudades; les dio un moderno plan de estudios; reclutó profesores; y los dotó de libros y materiales didácticos nuevos; también instauró un sistema de escuelas de primeras letras para ambos sexos, orfelinatos y hospicios de mendigos, etc. Se preocupó del urbanismo de las principales ciudades del país con nuevos recursos de agua, nuevos mercados, alumbrado y ornato de calles y cementerios. Fundó y fomentó el puerto de Cobija”.

Sobre el aspecto social de la gestión de Sucre, la historiadora Patricia Fernández anota: “Durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre se estableció un programa de reforma social, el cual, pretendía crear y mantener escuelas, hospitales y asilos. De esta manera, los más necesitados contarían con educación, asistencia médica y un refugio para sus últimos años de vida. Dicho programa estaba considerado como uno de los pilares importantes del cambio. / En el campo de la salud, se instruyó que ejercieran la profesión únicamente personas que hubieran pasado por la Universidad y aprobado el examen respectivo, (ya no los frailes de las órdenes religiosas) los curanderos y ‘médicos clandestinos’ fueron constantemente reprimidos”.

Entre los escritos del Mariscal Sucre, está aquel mensaje célebre de despedida al Congreso de Bolivia, en que escribió: “Aún pediré otro premio a la nación entera y a sus administradores: el de no destruir la obra de mi creación, de conservar por entre todos los peligros la independencia de Bolivia, y de preferir todas las desgracias y la muerte misma de sus hijos, antes de perder la soberanía de la república que proclamaron los pueblos y que obtuvieron de sus generosos sacrificios en la revolución”.

Producto de intereses políticos, el 4 de junio de 1830, al cruzar la región montañosa de Berruecos, en Colombia, es asesinado, cuando sólo contaba con 35 años de edad.

 

OPINIONES SOBRE ANTONIO JOSE DE SUCRE:

Simón Bolívar en 1820, de propia mano, escribió en parte:

“Es uno de los mejores oficiales del Ejército; reúne los conocimientos profesionales de Soublete, el bondadoso carácter de Briceño, el talento de Santander y la actividad de Salom; por extraño que parezca, no se le conoce ni se sospechan sus aptitudes. Estoy resuelto a sacarle a luz, persuadido de que algún día me rivalizará”.

El historiador venezolano Vicente Lecuna escribió en 1950:

“En la ejecución de la campaña Sucre mostró consumada destreza admirada por sus soldados y fuente de inmenso prestigio. Cada uno de sus movimientos tenía un objeto útil, y los realizaba con tal facilidad como si fascinara a los enemigos, pero no era sino el resultado de un certero golpe de vista sobre el terreno y el conocimiento preciso de la psicología del adversario”.

El historiador boliviano Ramiro Condarco Morales anotó:

“Sucre fue quizás  el mayor filósofo de la vida política de las naciones modernas que hizo de la praxis de los principios de la Ilustración la forma de expresión clásica del Estados nacional”.

 

FUENTES CONSULTADAS:

S. Bolívar, “La vida de Sucre escrita por Bolívar”, La Razón, 06.08.1950, 14-15; C. Mesa, Presidentes de Bolivia, 2003, p. 566; Diario Presencia, “Presidentes de Bolivia”, 11.03.1997; R. Condarco, “Sucre: filosofía de la vida política y destino”, Presencia/Literaria, 05.02.1995, 10-12; Dora Cajías, “Cartas y otros escritos…”, Presencia/Literaria, 05.02.1995, p. 16; P. Fernández, “Sucre: la salud y la beneficencia”, Presencia/Literaria, 05.02.1995, p. 20; W. Lofstrom, Diccionario Histórico: II, 2002, p. 956

FOTO: Sucre retratado por la boliviana Elisa Rocha de Ballivián.

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sábado, 13 de septiembre de 2014

BARTOLINA SISA VARGAS




SISA VARGAS, Bartolina (Caracato, La Paz, Bolivia, 1750 – La Paz, Bolivia, 1782).- Luchadora indígena.
Nació el 24 de agosto de 1750 (según anota Nicanor Aranzaez, otros como Barnadas anotan hacia 1761) en la localidad de Caracato, vecina de Sica Sica, en la hoy Provincia Aroma, del departamento de La Paz. En su juventud ayudó a sus padres en los viajes que hacían a la zona de los Yungas para el rescate de coca, labor que luego ella de manera independiente realizaría.
Se casó con Julián Apaza (quien luego adoptaría el nombre de Tupac Katari) en Sica Sica en 1780. Entonces se dedicó a tareas de lavandería, hilado y tejido, en días en que su esposo hacía viajes organizando la rebelión indígena que desembocaría en el cerco a la ciudad de La Paz en 1781.
Tupac Katari la nombró Virreina en las jornadas del cerco a La Paz, por lo que en varios lapsos de tiempo fue cabeza de la rebelión, hasta que fue tomada prisionera por los españoles a causa de una traición de los suyos. Sus captores la utilizaron para atraer e intentar capturar a Tupac Katari, quien intentó en reiteradas oportunidades rescatar a su esposa.
Hasta que el 6 de septiembre de 1782, en La Paz, fue ejecutada en la horca por orden del oidor  Francisco Tadeo Diez de Medina.
Un retrato de la personalidad de Bartolina Sisa es la que hizo la historiadora María Eugenia del Valle en su libro Historia de la rebelión de Tupac Catari (2011), en que anota: “La mujer sumisa que lavaba, hilaba, y tejía y soportaba las largas ausencias que le imponía su marido con sus viajes, fue traída a El Alto –cuando el cerco a La Paz de 1871– para afrontar una situación desconocida que supo aceptar y que no implicaba solamente la gloria y el boato que le imponía el ser esposa del nuevo virrey, sino también la tarea más ardua y peligrosa de empuñar las armas, acaudillar las tropas, enrolar combatientes, tomar decisiones e imponer su voluntad a los alzados que no debían verla flaquear un solo instante si no querían perder la autoridad que su marido delegaba a ella. / Por las descripciones que el Padre Borda, un agustino que estuvo prisionero en El Alto, hizo a Segurola en un informe que éste le pidió cuando pudo escapar hacia la ciudad, puede apreciarse cómo Bartolina supo captar los deberes que le imponía su nuevo papel, con lo que no sólo fue una eficaz capitana, sino también intuyó la importancia que significaba el mantener un etiqueta y soportar un protocolo, dada la necesidad que tenía su marido de rodearse de una aureola de prestigio que llenara la carencia de jerarquía social de que adolecía, puesto que él no era de sangre noble ni había desempañado jamás un cargo político importante como el de cacique”.

FUENTES CONSULTADAS:
Boleslao Levin, “Confesiones de Sisa ante jueces españoles”, La Razón/IV Centenario, 20.10.1948, p. 169; Aranzaez, Diccionario de La Paz, 1915, 724-725; Elsa Paredes, Diccionario Biográfico, 1965, 255-256; JT/JMB, Diccionario Histórico: II, 2002, 915-916; M.E. Del Valle, Historia de la rebelión de Tupac Catari, 2011, 247-248

FOTOS: (1) Dibujo de Alfaro Ramírez y (2) Bartolina Sisa tomada prisionera y castigada vista por el artista Angel Oblitas. (Archivo Museo del Aparapita)

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viernes, 12 de septiembre de 2014

SIMON BOLIVAR Y PALACIOS, Libertador y primer Presidente de Bolivia


BOLÍVAR Y PALACIOS, Simón
(Caracas, Venezuela, 1783 – Santa Marta, Colombia, 1830).- Libertador de cinco naciones. Primer Presidente de Bolivia.

Su nombre completo fue: Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de Bolívar y Palacios. Nacido un 24 de julio de 1783 en Caracas, Venezuela, fue hijo de una familia con recursos suficientes que permitió que sea enviado a estudiar a Europa. Uno de sus maestros fundamentales fue Simón Rodríguez, con quien estuvo en Italia. Hizo el juramento de luchar por la liberación de América en el Monte Sacro de Roma.

De retorno en América en 1807, hacia el año 1810 se forma en Caracas la primera Junta de Gobierno. En 1811 se proclama la Independencia. El 7 de agosto de 1813 ingresa triunfante a Caracas donde es proclamado ‘Libertador’.

En 1819 inicia su paso por Los Andes para dar batalla a las fuerzas españolas en el Pantano de Vargas y entrar en Tunja, para terminar en la batalla de Boyacá, se apodera de Nueva Granada y toma la Angostura, hechos que permiten plantear la creación de la República de la Gran Colombia, o la unión de Venezuela y Colombia, idea que luego quedaría trunca.

En 1822 libra las batallas de Bomboná y de Pichincha, para finalmente liberar Quito, lo que permite la creación del Estado Ecuatoriano. Allí conoció a Manuelita Saenz, el amor de su vida. En Ecuador se entrevistó con el también Libertador General José de San Martín.

En 1824 se produce la sublevación en El Collao, mientras el Libertador está enfermo en Pativilca; es proclamado Dictador del Perú. Tras el triunfo de los patriotas en la batalla de Junín, hace su entrada victoriosa en Lima, Perú. A fines de 1824 Antonio José de Sucre dirige la batalla decisiva en Ayacucho.

En 1825 la Asamblea de Representantes de Bolivia crea el Estado de Bolivia, tomando el nombre de Bolívar en su homenaje y nominándolo su Primer Presidente. Inició su gobierno el 12 de agosto de 1825 y concluyó el 29 de diciembre del mismo año; fueron 139 días de gobierno.

El Libertador fallece el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, Colombia, a los 42 años de edad.


SOBRE SIMÓN BOLÍVAR

El escritor José Enrique Rodó le asignó los siguientes conceptos:

“Grande en el pensamiento, grande en la acción, grande en la gloria, grande en el infortunio, grande para magnificar la parte impura que cabe en el alma de los grandes, y grande para sobrellevar en el abandono y en la muerte, la trágica expiación de la grandeza”.

Gabriela Mistral escribió:

“Nos trabaja una ambición oscura y confusa todavía, pero se viene rodando por el torrente de nuestra sangre desde los arquetipos platónicos hasta el rostro calenturiento y padecido de Bolívar, cuya utopía queremos volver realidad de cantos cuadrados”.

El poeta Pablo Neruda  le dedicó el siguiente verso en 1941:

“Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire / de toda nuestra extensa latitud silenciosa: / todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada; / tu apellido la caña levanta la dulzura, / el estaño Bolívar tiene un fulgor bolívar, / el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar, / la patata, el salitre, las sombras especiales, / las corrientes, las vetas de fosfórica piedra, / todo lo nuestro viene de su vida apagada”.

El historiador y poeta Ramiro Condarco Morales en 1983 anotó:

“El señor don Simón Bolívar, que como guerrero fue un soldado afortunado y admirable, ostentó como político una sensibilidad y una mentalidad antirepublicanas de una magnitud sorprendente. Fue el gran profeta del imperio en América, y uno de los gobernantes que tanto en vida como después de muerto fue objeto de un culto imperial que recuerda, sin querer, el profesado a los emperadores romanos”.

 

FUENTES:

José E. Rodó, “El gran libertador”, LR/LIT, 06.08.1950, 6 y 15; Rev. Hechos Mundiales, “La gesta de Simón Bolívar”, Santiago de Chile, enero 1970; C. Mesa, Presidentes de Bolivia, 2003; Presencia, “Presidentes de Bolivia”, marzo de 1997, Nro. 3; J.R. ARZE, “Simón Bolívar, periodista”, Rev. Signo, Nro. 27, LP, 1989, 3-25; J.R. Arze, Diccionario Histórico: I, 2002, 338

 FOTOS:
(1) Simón Bolívar retratado por la artista boliviana Elisa Rocha de Ballivián.
(2) Monumento dedicado al Libertador en el centro de la ciudad de La Paz, Bolivia.

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