CAMACHO MONTALVO, José María (La Paz, Bolivia, 1865 – 1951).- Historiador,
periodista y tradicionista.
Actuó en la primera mitad del siglo XX. Hijo del general Eliodoro Camacho.
Se tituló como abogado en 1892, para lo que estudió en universidades de La Paz
y Cochabamba. Tuvo una activa vida política, siendo dirigente del Partido
Liberal, desempeñó diversos cargos públicos, llegando a ser diputado y senador
de la República.
Su calidad de historiador está avalada con una serie de publicaciones
bibliográficas de las que destaca su Compendio
de Historia de Bolivia (1896) y una Historia
de Bolivia, sin fecha de primera impresión pero que en 1927 alcanzó su
undécima edición; otros libros suyos los citamos más abajo. En este mismo
terreno, cabe mencionar que fue miembro de la Sociedad Geográfica de La Paz y
de la Academia Boliviana de la Historia. “Típico
representante de la Historiografía positivista”, a decir de Josep Barnadas.
El título de tradicionista le es otorgado por el reconocido escritor del
ramo don Antonio Paredes Candia en artículo publicado en 1990; señala de manera
precisa: “Sobresale José María Camacho en
el estudio e interpretación de la cultura aymara. Indudablemente es un
tradicionista, toma la leyenda nativa como su principal preocupación”, afirma
citando algunos de sus libros sobre el tema. En esta misma línea el historiador
Valentín Abecia Baldivieso define sobre la obra de Camacho “en ella revela una profunda preocupación sobre la cultura aymara, sus
costumbres, organización social y económica, su lenguaje, etc. Tiene el mérito
de haber sostenido –en una época en que había dudas- la antigua influencia de
los collas sobre los quechuas mediante planteamientos que por deducción
llevaban a confirmar su tesis”.
En cuanto a su labor como periodista, los estudiosos del ramo como son Raúl
de la Quintana y Ramiro Duchén Condarco en su Pasión por la palabra (1992) anota que Camacho desarrolló labores
en ‘El Diario’, ‘El Liberal’ y ‘El Tiempo’. Dicen: “El periodismo fue tan sólo una de sus múltiples ocupaciones por cuento
su quehacer estuvo orientado hacia varias áreas dentro del ámbito cultural”.
Por su lado es renombrado ensayista Gustavo Adolfo Otero en su libro Crestomatía Boliviana (1928), dice del
autor en una parte: “Camacho, no sólo
tiene las virtudes retóricas del historiador, sino que escribe con la serena
ecuanimidad de un filósofo”, y luego reproduce un fragmento de ‘El mito de
Thunupa’ redactado por Camacho, en que puede leerse en parte: “Thunupa es uno de los más extraordinarios
números andinos por sus obras, sus peripecias, su autoridad y sabiduría. No hay
en América, que sepamos, otro personaje mítico con quien parangonarle. La
leyenda lo presenta peregrinando de pueblo en pueblo por todos los extremos del
mundo. En todas partes predica la reforma de las costumbres, amenaza a los
malos con castigos y promete recompensas a los buenos. Nadie le escucha. La
humanidad está corrompida, vive encenagada en los vicios, tiene cerrados los
ojos y los oídos, y Thunupa sólo cosecha escarnios y martirios. Aplaca
tempestades, aplana montes, hace brotar manantiales, bendice las cosechas, y
los hombres no lo reconocen”.
LIBROS
Historia: Compendio
de historia de Bolivia (1896); Documentos
de actualidad (1922); Historia de
Bolivia (Undécima edición, 1927); Los
papeles de Padilla (Edit. M. Baptista, 1999). Tradición: Tihuanacu
(antología, 1939); Vocabulario aymara
(1983).
FUENTES: G.A. Otero, Crestomatía
Boliviana, 1928, 114-115; V. Abecia, Historiografía Boliviana, 1973, 361; A.
Paredes, ‘Dos tradicionistas bolivianos: Carlos Bravo y José María Camacho’,
PL, 26.10.1990, 4; Quintana/Duchén, Pasión por la palabra, 1992, 138-139; J.
Barnadas, Diccionario Histórico: I, 2002, 412
FOTO: Tomada del libro IV
Centenario de La Paz, 1948
D.R. Copyright: Museo del
Aparapita / Elías Blanco Mamani
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