Le tocó vivir en primera fila la Guerra del Pacífico (1879) al formar parte del escuadrón de artillería ‘Libres del Sur’; fue ascendido al grado de capitán y participó de la batalla del Alto de la Alianza (1880), llegó al grado de Coronel en 1894 y luego a General de Brigada. En la guerra del Acre fue secretario del Presidente Pando y luego pasó a ser Prefecto de Cochabamba (1908) y Alcalde de Sucre. Fue parte de la Sociedad Geográfica y de Historia de Sucre.
Según anota el biógrafo Josep Barnadas, Ramallo “Dejó una apreciable obra historiográfica, dedicada principalmente a diversos temas de historia militar; también cultivó la poesía elegiaca y festiva, de limitados recursos formales”.
A decir del historiador Valentín Abecia Baldivieso, la principal obra de Ramallo es el titulado como Guerrilleros de la independencia (1919) dedicado a los esposos Padilla, afirmando que “representó la mejor biografía de los Padilla, antes de que apareciera la contemporánea de Joaquín Gantier. Hace uso de documentos y recompone la figura de los héroes de la Independencia valiéndose de una autobiografía de Manuel Ascencio Padilla, que poseía la Colección Ruck, hoy en poder del Archivo Nacional de Bolivia”.
Por otro lado los historiadores del periodismo boliviano Raúl de la Quintana y Ramiro Duchén, en su libro Pasión por la palabra (1992), registran que Miguel Ramallo incursionó en este género al instituir el denominado ‘El Corneta Pistón’, medio impreso de carácter militar.
En cuanto al terreno de la literatura, se conoce el libro Ensayos y preludios, impreso en 1903, en el que el autor hace una serie de valoraciones de la obra de sus contemporáneos como José L. Raña, Melitón Urioste, Benjamín Guzmán, Osvaldo Molina, Nicanor Mallo y René Calvo entre otros.
En poesía, se sabe que ha publicado sus textos en distintos medios de su tiempo, entre ellos está el titulado como ‘El paraíso’, publicado en ‘El Imparcial’ de La Paz de febrero de 1898, en el que escribe por ejemplo: “De una manera sencilla / vivió Adán en el Paraíso, / hasta que el Eterno quiso arrancarle una costilla. / En efecto la arrancó con hábil y diestra mano, / y eso sin ser cirujano, con destreza se portó: / en silencio se la lleva, luego toma la navaja, / con mucho primor la taja, y forma del hueso a Eva. / ¡Qué mujer! Era un encanto, de perfecciones exeso, / de un genio vivo, travieso, y Adán, al contrario un santo!...”
LIBROS Historia: Recuerdos de un prisionero (1898); Ayacucho (1910); Rasgos biográficos para la historia del Gral. N. Campero (1913); Batallas de la guerra de la independencia altoperuana (1913); La guerra doméstica (1824); Rectificación histórica. Batalla de la Tablada, 15 de abril de 1817 (1917); Guerrilleros de la independencia. Los esposos Padilla (1919). Ensayo literario: Ensayos y preludios (1903).
FUENTES: M. Ramallo, ‘El Paraíso’, El Imparcial, LP, 18.02.1898, 4; M. Ramallo, Ensayos y preludios, 1903; V. Abecia, Historiografía Boliviana, 1973, 277; Quintana/Duchén, Pasión por la palabra, 1992, 545; J. Barnadas, Diccionario Histórico: II, 2002, 672
D.R. Copyright: Museo del Aparapita / Elías Blanco Mamani
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