Abogado con
estudios en la UMSA (1933-1937). Profesor de la Normal de Warisata (1937). Asistió a la Guerra del Chaco (1935). Dirigió la revista
‘Kollasuyo’ (1943-1945). Entre 1964 y 1965 estuvo exiliado en Chile. Especializado
en Derecho Internacional posteriormente trabajó en el servicio diplomático de
Bolivia y llegó a ser ministro de Relaciones Exteriores y Culto (1978-1979).
Cumplió funciones diplomáticas en Uruguay, Perú y otras naciones.
Mariano Baptista Gumucio, en 1989, resumió su aporte al decir: "Esta diversidad de paisajes y tipos humanos
que Raúl Botelho Gosálvez ha llevado a la literatura lo convierten sin duda en
el más 'boliviano' de nuestros autores pues a diferencia de otros ocupados
exclusivamente de su terruño o de su vecindario Raúl ha reflejado en sus obras,
con notable profundidad y capacidad de percepción, la psicología de aymaras,
quechuas y orientales...".
En 1974, el autor afirmaba:
"Soy un hombre de altiplano y
montaña, porque me identifico más con su paisaje. /.../ Quise ser un novelista
que interprete a Bolivia a través de novelas costumbristas que abarquen las
distintas regiones del país".
Su novela Los años violentos, tiene por tema la vida en las minas y las
haciendas.
El estudioso Armando Soriano Badani ha
escrito un ensayo sobre la obra novelística de Botelho. Sobre Borrachera verde, Soriano anota: “A sus diez y nueve
años Raúl Botelho escribe su novela Borrachera verde bajo el influjo de la
novela La vorágine, narración mayúscula de José Eustasio Rivera. / La breve
novela de Botelho es una historia de amor destruido por los celos del
protagonista que promueven la muerte incruenta de su amada, generando el
arrepentimiento, como irredimible obsesión punitiva, que conduce al personaje
al alcoholismo, al descreimiento y a la desesperanza. / La narración discurre
con espontaneidad, donde las coloridas pinceladas descriptivas del ambiente
tropical del Beni, contribuyen a fortalecer la intensidad de la acción envuelta
en pasional sensualidad expuesta con prudente moderación…”.
Su segunda novela Coca, es resumida por el
mismo Armando Soriano al anotar: “Desarrolla en esta novela, los
inquietantes amores del protagonista Alvaro Díaz, abatido por su crónica
desazón que lo reúne con María Boa, hija de Clorinda, chola buenamoza y de un
aventurero brasileño. / Tras un amor intenso de la pareja, en el escenario
yungueño donde corre el Chungamayo, río en el que proliferaban los lavadores de
oro, un progresivo hastío se transforma en desamor corroyendo las ansias de
Alvaro Díaz, quien abandona a María Boa para ir en busca del antiguo amor, su
prima Olimpia recién divorciada. Este idilio breve termina con el cansancio de
Olimpia que advierte el obsesivo amor de Alvaro por la desdeñada y abandonado
María Boa. La frustración maternal de Olimpia con el dramático parto de un hijo
muerto, acaba con la separación irremediable. / Alvaro desolado corre en pos
del amor de María Boa, a quien encuentra en otros brazos. Su desilusión
acrecienta el vicio de la masticación de la coca, promoviendo una crisis de
delirante desesperación que lo induce al suicidio”.
La novela Altiplano, que fue
editada inicialmente en Buenos Aires en 1945, alcanzó la décima edición en 1987
impreso por la editorial Juventud de La Paz, quienes argumentaron a favor del
libro: “En estilo brillante, rico en imágenes y sugerencias
sobre el hombre y el territorio
‘Altiplano’ denunció la opresión y explotación del campesino indígena antes de
la Reforma Agraria, de la cual ha sido, un poco, impulsora; pues Botelho
Gosalvez ama al indio y desde temprana edad vivió preocupado y ocupado por
contribuir a su redención”.
Altiplano es
sintetizada por Armando Soriano bajo los siguientes conceptos: “La tensión dramática del libro vibra con el penetrante análisis de la
realidad social, de un feudalismo explotador y tiranizante del indio que surge
de la ficción, sostenida por genuina observación testimonial, vertida con la
distinción de un lenguaje literario, conmovedor por la hondura del tratamiento y cautivante por la forma,
henchida de riqueza expresiva. La tragedia colectiva, está representada en la
novela, por personajes como los Villca, Huanca, Condori, forzados a la emigración
en busca de trabajo, cuando adviene la sequía en Jatun-Kolla, esterilizando los
campos y exterminando los ganados. / La acción narrativa lleva a sus personajes
en el peregrinar de búsqueda de algún recodo para sobrevivir, por escenarios de
yungas y de las minas, donde no se agotan sus penurias y tribulaciones,
hundidas en la explotación y los vejámenes discriminatorios. Tras la prolongada
pausa, que deja muerte y miseria, el retorno a Jatun-Kolla es inevitable”.
La cuarta novela de Botelho, Tierra Chúcara (1957), tiene el siguiente apunte de Soriano: “El tema, discurre con ameno lucimiento en el relato de la aventurera
visita de José Antonio, a las haciendas del Beni dejadas por su abuelo. La
explotación de las tierras orientales en los afanes del joven paceño, nos
descubre, con subyugante aliento literario, las costumbres y la actividad
laboral de las zonas mojeñas, donde la soledad y el abandono acrecientan los
pesares y aflicciones”.
El tata Limachi (1967),
que narra la historia de Pastor Limache, quien tras formarse como cura en el
Seminario, es destinado a la población de Huarina donde enfrenta una serie de
tribulaciones. Tiene el siguiente comentario de Soriano: “Botelho, con la cautivante nobleza de su estilo desarrolla el tema de
su libro, teñido de fidelidad en el diseño de los personajes e impregnado de
realismo en la observación. Pudiera parecer un sutil alegato anticlerical,
sojuzgado por los designios del medio y la circunstancia, que marcan el destino
de un hombre vencido por las tribulaciones y las tentaciones inevitables”.
En 1997 publicó El sargento Condori, “Es la vida del indio Juan Condori, desarraigado de su ayllu agrario, y
llevado por desdichada casualidad a un recinto militar, donde se asimila al
ambiente cuartelario para superar la adversidad de su imprevisto desamparo. /
El relato muestra con vívido realismo, las vicisitudes de la soldadesca,
atribulada por los excesos disciplinarios y las crueldades punitivas militares
en el servicio obligatorio. El hilván de la trama sirve para evocar
desgraciados episodios de la Guerra del Chaco, con agrias censuras a sus
conductores, encubriendo la realidad ostensible con hábiles recursos que
denoten la realidad de la ficción”.
Su novela Los violentos años (1999), “nos trae reminicensias de las
intensas horas del la revolución movimientistas (1952), vertidas con dramatismo
no desposeído de irónicas insinuaciones, que otorgan a la narración un moderado
soplo de humor circunstancial”, según anota Armando Soriano.
LIBROS
Novela: Borrachera Verde
(1938); Coca (1941); Altiplano (1945); Tierra Chúcara (1957); El
Tata Limachi (1967); El sargento Condori (1997); Los violentos
años (1999); El corregidor Miguel de Cervantes en La Paz (2005).
Cuento: Cuentos bolivianos
(antología, 1940); Los toros salvajes
(1965); Con la muerte de cuestas (1975);
La revancha y otros cuentos (1987).
Teatro: Vale un Potosí
(1949); La Lanza Capitana (Premiada en La Paz, 1967).
Ensayo: Vendimia del viento
(1967); Reflexiones sobre el
cincuentenario del ‘Ariel’ de José Enrique Rodo (1950).
Ref.- UH/Semana, "Quise ser
un novelista...", 16.08.1974, 8-9; R. Botelho, Altiplano, 1987, prólogo,
8; M. Baptista G.: "Homenaje a R.B.G.", Hoy/Domingo, 19.03.1989, 8;
E. Blanco, “Páginas de Gesta”, UH/Semana, s.f.; Arancibia, Figuras, 71-84; O.
Muñoz, Teatro Contemporáneo, 105-108; A. Soriano B., “La novelística de
R.B.G.”, Rev. Cultural FCBCB, 32, 2005, 46-53; Rocha,
Literatura y democracia, 2011, 42
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
Me hacia falta saberlo... gracias otravez.
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