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lunes, 18 de abril de 2011

RAUL BOTELHO GOSALVEZ


BOTELHO GOSALVEZ, Raúl (La Paz, Bolivia, 1917 - 2004).- Escritor, diplomático y dramaturgo.
Abogado con estudios en la UMSA (1933-1937). Profesor de la Normal de Warisata (1937). Asistió a la Guerra del Chaco (1935). Dirigió la revista ‘Kollasuyo’ (1943-1945). Entre 1964 y 1965 estuvo exiliado en Chile. Especializado en Derecho Internacional posteriormente trabajó en el servicio diplomático de Bolivia y llegó a ser ministro de Relaciones Exteriores y Culto (1978-1979). Cumplió funciones diplomáticas en Uruguay, Perú y otras naciones.
Mariano Baptista Gumucio, en 1989, resumió su aporte al decir: "Esta diversidad de paisajes y tipos humanos que Raúl Botelho Gosálvez ha llevado a la literatura lo convierten sin duda en el más 'boliviano' de nuestros autores pues a diferencia de otros ocupados exclusivamente de su terruño o de su vecindario Raúl ha reflejado en sus obras, con notable profundidad y capacidad de percepción, la psicología de aymaras, quechuas y orientales...".
En  1974, el autor afirmaba: "Soy un hombre de altiplano y montaña, porque me identifico más con su paisaje. /.../ Quise ser un novelista que interprete a Bolivia a través de novelas costumbristas que abarquen las distintas regiones del país". Su novela Los años violentos, tiene por tema la vida en las minas y las haciendas.
El estudioso Armando Soriano Badani ha escrito un ensayo sobre la obra novelística de Botelho. Sobre Borrachera verde, Soriano anota: “A sus diez y nueve años Raúl Botelho escribe su novela Borrachera verde bajo el influjo de la novela La vorágine, narración mayúscula de José Eustasio Rivera. / La breve novela de Botelho es una historia de amor destruido por los celos del protagonista que promueven la muerte incruenta de su amada, generando el arrepentimiento, como irredimible obsesión punitiva, que conduce al personaje al alcoholismo, al descreimiento y a la desesperanza. / La narración discurre con espontaneidad, donde las coloridas pinceladas descriptivas del ambiente tropical del Beni, contribuyen a fortalecer la intensidad de la acción envuelta en pasional sensualidad expuesta con prudente moderación…”.
Su segunda novela Coca, es resumida por el mismo Armando Soriano al anotar: “Desarrolla en esta novela, los inquietantes amores del protagonista Alvaro Díaz, abatido por su crónica desazón que lo reúne con María Boa, hija de Clorinda, chola buenamoza y de un aventurero brasileño. / Tras un amor intenso de la pareja, en el escenario yungueño donde corre el Chungamayo, río en el que proliferaban los lavadores de oro, un progresivo hastío se transforma en desamor corroyendo las ansias de Alvaro Díaz, quien abandona a María Boa para ir en busca del antiguo amor, su prima Olimpia recién divorciada. Este idilio breve termina con el cansancio de Olimpia que advierte el obsesivo amor de Alvaro por la desdeñada y abandonado María Boa. La frustración maternal de Olimpia con el dramático parto de un hijo muerto, acaba con la separación irremediable. / Alvaro desolado corre en pos del amor de María Boa, a quien encuentra en otros brazos. Su desilusión acrecienta el vicio de la masticación de la coca, promoviendo una crisis de delirante desesperación que lo induce al suicidio”.
La novela Altiplano, que fue editada inicialmente en Buenos Aires en 1945, alcanzó la décima edición en 1987 impreso por la editorial Juventud de La Paz, quienes argumentaron a favor del libro: “En estilo brillante, rico en imágenes y sugerencias sobre el hombre  y el territorio ‘Altiplano’ denunció la opresión y explotación del campesino indígena antes de la Reforma Agraria, de la cual ha sido, un poco, impulsora; pues Botelho Gosalvez ama al indio y desde temprana edad vivió preocupado y ocupado por contribuir a su redención”.
Altiplano es sintetizada por Armando Soriano bajo los siguientes conceptos: “La tensión dramática del libro vibra con el penetrante análisis de la realidad social, de un feudalismo explotador y tiranizante del indio que surge de la ficción, sostenida por genuina observación testimonial, vertida con la distinción de un lenguaje literario, conmovedor por la hondura  del tratamiento y cautivante por la forma, henchida de riqueza expresiva. La tragedia colectiva, está representada en la novela, por personajes como los Villca, Huanca, Condori, forzados a la emigración en busca de trabajo, cuando adviene la sequía en Jatun-Kolla, esterilizando los campos y exterminando los ganados. / La acción narrativa lleva a sus personajes en el peregrinar de búsqueda de algún recodo para sobrevivir, por escenarios de yungas y de las minas, donde no se agotan sus penurias y tribulaciones, hundidas en la explotación y los vejámenes discriminatorios. Tras la prolongada pausa, que deja muerte y miseria, el retorno a Jatun-Kolla es inevitable”.
La cuarta novela de Botelho, Tierra Chúcara (1957), tiene el siguiente apunte de Soriano: “El tema, discurre con ameno lucimiento en el relato de la aventurera visita de José Antonio, a las haciendas del Beni dejadas por su abuelo. La explotación de las tierras orientales en los afanes del joven paceño, nos descubre, con subyugante aliento literario, las costumbres y la actividad laboral de las zonas mojeñas, donde la soledad y el abandono acrecientan los pesares y aflicciones”.
El tata Limachi (1967), que narra la historia de Pastor Limache, quien tras formarse como cura en el Seminario, es destinado a la población de Huarina donde enfrenta una serie de tribulaciones. Tiene el siguiente comentario de Soriano: “Botelho, con la cautivante nobleza de su estilo desarrolla el tema de su libro, teñido de fidelidad en el diseño de los personajes e impregnado de realismo en la observación. Pudiera parecer un sutil alegato anticlerical, sojuzgado por los designios del medio y la circunstancia, que marcan el destino de un hombre vencido por las tribulaciones y las tentaciones inevitables”.
En 1997 publicó El sargento Condori, “Es la vida del indio Juan Condori, desarraigado de su ayllu agrario, y llevado por desdichada casualidad a un recinto militar, donde se asimila al ambiente cuartelario para superar la adversidad de su imprevisto desamparo. / El relato muestra con vívido realismo, las vicisitudes de la soldadesca, atribulada por los excesos disciplinarios y las crueldades punitivas militares en el servicio obligatorio. El hilván de la trama sirve para evocar desgraciados episodios de la Guerra del Chaco, con agrias censuras a sus conductores, encubriendo la realidad ostensible con hábiles recursos que denoten la realidad de la ficción”.
Su novela Los violentos años (1999), “nos trae reminicensias de las intensas horas del la revolución movimientistas (1952), vertidas con dramatismo no desposeído de irónicas insinuaciones, que otorgan a la narración un moderado soplo de humor circunstancial”, según anota Armando Soriano.

LIBROS
Novela: Borrachera Verde (1938); Coca (1941); Altiplano (1945); Tierra Chúcara (1957); El Tata Limachi (1967); El sargento Condori (1997); Los violentos años (1999); El corregidor Miguel de Cervantes en La Paz (2005).
Cuento: Cuentos bolivianos (antología, 1940); Los toros salvajes (1965); Con la muerte de cuestas (1975); La revancha y otros cuentos (1987).
Teatro: Vale un Potosí (1949); La Lanza Capitana (Premiada en La Paz, 1967).
Ensayo: Vendimia del viento (1967); Reflexiones sobre el cincuentenario del ‘Ariel’ de José Enrique Rodo (1950).

Ref.- UH/Semana, "Quise ser un novelista...", 16.08.1974, 8-9; R. Botelho, Altiplano, 1987, prólogo, 8; M. Baptista G.: "Homenaje a R.B.G.", Hoy/Domingo, 19.03.1989, 8; E. Blanco, “Páginas de Gesta”, UH/Semana, s.f.; Arancibia, Figuras, 71-84; O. Muñoz, Teatro Contemporáneo, 105-108; A. Soriano B., “La novelística de R.B.G.”, Rev. Cultural FCBCB, 32, 2005, 46-53; Rocha, Literatura y democracia, 2011, 42


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