MAYER VALDA, Daniel (La Paz, Bolivia, 1981).- Novelista.
De profesión abogado con estudios en la Universidad Católica de La Paz (2000-2004). Tiene un masterado en Asesoría jurídica de la Universidad ‘Carlos III’ de Madrid, España (2008).
Los editores (La Hoguera) del su única novela lo retratan: “Clase media burgués frustrado, sabelotodo y loco. Cosmopolita, solitario, egocéntrico sin remedio (odia el folclore nacional), fanático de la música electrónica house. Vicioso feliz de la Coca-Cola, Internet, Facebook, Youtube, el chat y el café en cantidades industriales. La política, la religión, la televisión, el fútbol, el cigarrillo, el alcohol en exceso, le parecen actividades milenarias tradicionalmente agobiantes y aburridas. Fan y fetichista del cine de Woody Allen. Soltero empedernido, amante de las rubias, de Marcel Proust, de las tertulias espontáneas no pensadas, de las exposiciones fotográficas, óleos y performances. Temeroso de las relaciones matrimoniales contractuales en peligro de extinción”.
Ricardo Bajo comentó por su lado: “El boliviano perdido es, en realidad, el retrato de una juventud de clase media paceña empobrecida, desclasada, arribista, corrupta, pobre de espíritu, acomplejada, mantenida, racista, hedonista y drogadicta, borracha, sin compromiso, falsa, narcisista, ignorante, educada pero inculta, idiotizada por el YouTube, la ‘Play’ y la televisión por cable llegada de afuera, desengañada, indiferente, frustrada, amarga, atea por culpa de madres beatas y padres alcoholizados, estúpida, sin futuro, sin horizontes, terriblemente conflictuada, en un permanente callejón sin salida, apátrida, sin identidad, tránsfuga. Sebastián –el protagonista, alter ego del escritor– es un ‘veintegenario’, un Peter Pan que se niega a crecer, joven de la zona Sur de La Paz, del barrio de Los Pinos, acomplejado de su clase, soñando con pertenecer a la clase alta con la que se codea en el colegio y la universidad. Otra vez lo autobiográfico como uno de los “errores” más frecuentes de los literatos noveles (junto a la imitación estilística de sus paradigmas).
Sebas huye a Europa para volver rico y el sueño se torna en pesadilla. Estereotipo que despierta a la cruda realidad de la explotación laboral, la indiferencia social y la xenofobia en su viaje hacia el despertar de la inocencia en España”.
LIBRO
Novela: El boliviano perdido (2010).
Ref.- www.lahoguera.com; Ricardo Bajo, “El boliviano perdido…”, Cambio/La esquina, 16.01.2011, 3
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
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