Creció
en el campo como pastor de ovejas. Se trasladó a la ciudad de Cochabamba para
cursar la primaria y secundaria por la noches, de día trabajaba en una
talabartería. Siguió estudios en Escuela de Artes Plásticas de donde egresó en
1954. Su primera exposición data de 1961. Hasta 1971 realizó
más de cuarenta exposiciones individuales, con temática variada en que destacan
personajes como ‘Caytano’ y los gallos de pelea. También visitó galerías de
Brasil, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Yugoslavia, y de la ex Unión
Soviética.
El ensayista Carlos Salazar Mostajo lo definió: "Gíldaro Antezana es una dinamicista que usa la líneas- fuerza
ágiles y cortantes, emanando de cuerpos de aves domésticas como gallos y pavos,
a las cuales confiere una humanidad arbitraria y contradictoria. Se diría que
Antezana esconde al hombre dentro de esas figuras animales, que lo disfraza y
mimetiza, y que, en su escepticismo, niega al hombre actual, al boliviano, el
coraje y la aptitud para salir del marasmo a que lo ha conducido la sociedad;
por eso, en burla cruel, en amarga postura, confiere su papel a la mansedumbre
de las aves de corral convertidas en muchedumbre rebeldes".
El escritor Porfirio Díaz Machicao
comentó en 1974: "Respeto su arte y
sus motivaciones. Sus gallos -heridos de mala manera- son los que le cantan el
amanecer a la muerte. /.../ Gíldaro Antezana es como la testificación que lleva
en sí un microscopio. Ha visto lo que nosotros no alcanzamos a ver. Y es que
nosotros estamos en el lado impedido de la piedad, en cambio él no: él va por
donde Dios ha señalado el camino oculto, el camino de la retirada, el ámbito de
sollozos, el círculo de la muerte".
Sobre la temática de su obra, el también pintor Edgar Arandia define:
“Gíldaro Antezana quería contar su
historia y para hacerlo, manteniendo una distancia con su ego urbanizado,
construyó su alter ego, al que llamó Caytano, al que le dotó de múltiples
vidas, con un pie en el campo y otro en la urbe. Con ese relieve de huesos y
color de sangre está representado en los gestos que inmortalizó en sus lienzos.
En esos gestos está el desasosiego de los migrantes en su propia tierra, la
pesadumbre que significa ser boliviano en un país que se te antoja ajeno y que
te cuesta asumirlo”.
PREMIOS: Primer Premio en pintura del Salón Murillo con
la obra ‘Cancha de gallos’ (LP, 1966); Primer Premio en acuarela del Salón
Murillo con la obra ‘Calzado de batalla’ (LP, 1966); Primer Premio del Salón
Murillo con la obra ‘Novecientos ochenta’ (LP, 1968); Gran Premio en pintura
del Salón 14 de Septiembre (Cbba, 1971); Gran Premio del Salón Murillo con la
obra ‘Carga Blanca’ (LP, 1972); Gran Premio en pintura de la UTO (Oruro, 1967).
FOTO: Tomada por Julia Vargas.
FUENTES.- M. Lara, "G.A.R:", UH/Semana, 21.08.1981, 8-9; Salazar, Pintura Contemporánea, 155; P. Díaz, "Gíldaro: el pintor de la pesadumbre...", PL, 07.04.1974, 2; M. Lara, “Gíldaro expone”, Diario Literario, La Paz, 13.10.1968, p. 4; Soriano, Pintores Contemporáneos, 1993, 24-25; E. Arandia, “Gíldaro, gallo de pelea”, LR/Tendencias, 09.01.2011, C1-2; Santiago Andulce, “Los elementos…”, Cambio/La esquina, 16.01.2011, 8
FUENTES.- M. Lara, "G.A.R:", UH/Semana, 21.08.1981, 8-9; Salazar, Pintura Contemporánea, 155; P. Díaz, "Gíldaro: el pintor de la pesadumbre...", PL, 07.04.1974, 2; M. Lara, “Gíldaro expone”, Diario Literario, La Paz, 13.10.1968, p. 4; Soriano, Pintores Contemporáneos, 1993, 24-25; E. Arandia, “Gíldaro, gallo de pelea”, LR/Tendencias, 09.01.2011, C1-2; Santiago Andulce, “Los elementos…”, Cambio/La esquina, 16.01.2011, 8
CUADRO: Obra 'Coliseo abandonado' de Antezana.
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
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