Estuvo
en Bolivia 14 fructíferos años (1936 y 1950). Estudió inicialmente -motivado
por su padre quien era sastre- en la
Academia de Confecciones de Viena, Austria
(1924-1925), donde también comenzó a cultivar el dibujo. Corría el año 1926,
cuando decide trasladarse a París (Francia), en pos de seguir estudios de arte,
pero triste fue su suerte al no encontrar oportunidades de trabajo ni estudio,
en eso -como cuenta Tatiana Davitians- tan sólo se encontró con un hombre que
con engaños logró que Rimsa aceptara ir a Brasil supuestamente para trabajar
como pintor, sin embargo acabó como zafrero en una de las tantas plantaciones
del Mato Grosso brasileño, cerca a la frontera de Bolivia. Al poco tiempo el
joven Rimsa logró escapar con dirección a San Pablo, de allí parte con nuevas
esperanzas a la
Argentina. Llegó a Buenos Aires en 1930, allí conoció a
Pío Collivadino quien en su papel de director de la Academia de Bellas Arte
de Buenos Aires, lo incorporó a la institución y siguió la carrera de arte
hasta 1934. Llegó a Bolivia en 1936 y luego de trabajar en La Paz, fue designado
director de la Academia de
Artes ‘Zacarías Benavides’ (1943) de Sucre, entidad a la que renunció en 1944
para abrir el ‘Curso Superior Rimsa’ en 1944, al que asistieron Gil Imaná, José
Ostria, Juan Ortega, Eloy Vargas, Josefina Reynolds, Luis Aguilar, Enrique
Valda Castillo, José Ramírez Tórres, Elsa Arana Freyre, Gastón Calvo, Armando
Guillén y Carmela Carranza. Esta misma experiencia la repitió en La Paz con alumnos
como Graciela Rodo Boulanger, María Esther Ballivián, María Luisa Pacheco, Raúl
Mariaca y otros. En el trayecto, ha expuesto su obra en galerías de Argentina,
Brasil, Chile y EEUU.
Jorge
Suárez lo valoró en 1963: "Sí, es una fiesta del color pero ¡qué
maestría! Difícilmente se podrá encontrar un pintor con la audacia de Rimsa. No
somos críticos a la manera de esos eruditos que suelen adjetivar su emoción con
comparativos falsos y rimbombantes, pero sí tenemos la suficiente sensibilidad
para atender y 'darnos cuenta'. Le agradecemos a Rimsa ese mensaje de
optimismo. Esa presencia de una Bolivia no sumida en ocres melancólicos,
desiertos sino proyectada con gran ritmo, con una alegría verdaderamente
mística".
En 1975, a propósito de
una retrospectiva de su obra en La Paz, el
maestro Juan Rimsa expresó: "...satisfacción
grande ha sido el poder enseñar en Bolivia, mis alumnos ahora, con sus
triunfos, me llenan de orgullo porque creo que la semilla que he dejado en
Bolivia no ha sido en vano. Espero que ellos a su vez, formen una pléyade de
alumnos para que los frutos que estamos viendo ahora no se pierda".
PREMIOS:
Segundo Premio en la
Exposición Anual de la Escuela de Artes de
Buenos Aires con su obra ‘Noche en el puerto de Buenos Aires’ (Argentina,
1934).
Ref.- Elsa Arana,
"J.R. en Buenos Aires", LR/Literario, 17.06.1951, 10; J. Suárez,
"Bolivia palpita en la pintura de J.R.", La Nación/Dominical, 16.06.1963, 4; V. Terán E., “J.R.,
maestro…", PL, 23.11.1975, 4; E. Blanco, "J.R., un viejo profesor y
amigo", Sopocachi, 22, 1994, 20-21; Cat. Museo Nal. de Arte, LP, 1975; T.
Davitians, "El lituano J.R., pintor de América Latina", Hoy/Domingo,
09.03.1986, 23-26 (I), 16.03.1986, 19-22 (II); L. Durán B., "J.R. pintor boliviano",
El Diario/Magazine 20.08.1950, 4-5; R. Arze A., “Entrevista a don Mario
Estenssoro”, Rev. Ciencia y Cultura, UCB, 11, 1999, 29-45; J. Ortega L.,
"Mi encuentro con Juan Rimsa", DL, 30.11.1975, 4; Arte Bolivia, LR,
septiembre 2009, 43
CUADRO: Una de las obras de temática andina de Rimsa.
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
Mis padres Emily (Kerp) Esten y Walter Esten eran amigos de Juan Rimsa en La Paz y mas tarde en Lima. Yo como nino de mas o menos 10 anos tambien lo conoci.Tengo algunas pinturas de el.Dos son de Bariloche y tres con temas del Yungas. Son oleos de calidad buenisima y muestran la vista que Juan Rimsa tenia de paisajes tipicos de la Patagonia y Bolivia.
ResponderEliminarya que bien pues presumido
Eliminarya que bien pues presumido
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