VIAÑA
RODRÍGUEZ, José Enrique (Challapata, Oruro, Bolivia, 1898 - Potosí, Bolivia, 1971).- Poeta,
novelista y educador.
Al concluir
sus estudios en el Colegio San Calixto de La Paz (1910-1915) ingresa en la
Escuela de Ingenieros de la Universidad de Oruro, que por razones familiares y
económicas no concluye y se ve en la necesidad de abandonar para trabajar. En
Potosí se incorpora como trabajador minero desde peón hasta alcanzar el puesto
de jefe de ingenio, vivencia que le permite conocer sobre las penurias del
trabajador de las minas, cuya temática se revela en su poesía de hondo
contenido social, de denuncia e injusticia. Al radicar en Potosí participa
activamente del grupo ‘Gesta Bárbara’ (1918) junto a Carlos Medinaceli,
Gamaliel Churata (Arturo Peralta) y otros. Hizo periodismo como redactor en ‘La
Raza’ (1925), ‘El Día’ (1927-1930), ‘El Sur’ (1931-1938), ‘El Intransigente’
(1935-1936), ‘La Moneda’ (1947); fue director de ‘El Radical’ (1922-), ‘La
Montaña’ (1923-1925) y ‘Pukara’ (1939). Asistió a la Guerra del Chaco
(1934-1935), fruto de esa experiencia publica Camino Soleado. Profesor
de literatura y castellano en el Liceo ‘Sucre’, Colegio ‘Juan Manuel Calero’,
Colegio Nacional ‘Pichincha’, de Potosí (1938-1956), para concluir como
educador en el Colegio ‘Hugo Dávila’ de La Paz (1968). Catedrático de
Castellano / Gramática y Redacción Comercial en la Facultad de Comercio de la
Universidad ‘Tomás Frías’ de Potosí. Director de la División de Extensión
Cultural / Departamento de Cultura-UTF, Potosí (1948-1951). En 1970 es
merecedor del Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y
Cultura (junto al poeta Octavio Campero Echazú).
El escritor
Carlos Medinaceli, en 1933, en carta personal le decía: “Tú no sólo que eres
el único poeta de nuestra generación, cosa que ha comprobado el tiempo, sino el
único, hablando en rigor crítico, que ha producido Potosí”.
Con el pasar
del tiempo, estudiosas de hoy como Alba María Paz Soldán señalan que “es un
escritor prolífico y de una sensibilidad poética muy acentuada; es también un
entrañable estudioso de la literatura, con interesantes trabajos sobre la obra
de Lope de Vega, de Cervantes y otros clásicos”.
En memoria
recogida por Wilson Mendieta Pacheco, Viaña decía a sus 72 años sobre sus
libros: “He escrito toda mi vida, tanto en poesía, novela, teatro como en
ensayo e historia. /…/ A todas las quiero por igual, como si fueran mis propias
criaturas, desde La humilde ventura, un poemario que data de 1923 hasta Cuando
vibraba las entraña de Plata, novela que publiqué en 1948 y, en fin, a la
veintena de trabajos que llegué a escribir, les doy mi preferencia”.
Su segunda novela, Ananke, ha sido
comentada por el periodista Eduardo Ocampo Moscoso: “Ananke, voz griega que
significa ‘necesidad’, es el título de la novela póstuma de José Enrique Viaña,
compendia el drama, por no decir, la tragedia de una existencia encarnada en
Carlos Escobedo, el personaje principal. /… / La novela, en sus distintos
pasajes, refleja en parte las experiencias recogidas por el autor como
indagador zahori del ambiente boliviano y de su contorno. El estilo de la
relación es llano, fluido, a momentos presuroso, a diferencia de la benedictina
faena que cumplió José Enrique Viaña en la contexturación de su obra de sabor
colonial ‘Cuando vibraba la entraña de plata’. Ananke es un libro deprimente,
doloroso, derrotista si se quiere, atenuado a instantes por la entereza y el
cauto optimismo de Isabel. Carlos Escobedo podría figurar en la galería de
‘Vidas Sombrías’ de Pio Baroja. La novela de Viaña trasunta de las desventuras
de un hombre vencido por el infortunio, bien pudo inspirarse en las
tribulaciones del personaje de ‘Hambre’ del noruego Knut Hamsum…”.
En la parte introductoria de Ananke,
Viaña anota: “Porque creo que aún existen en esta áspera tierra andina,
gentes en las cuales talvez adormilada o suspensa, hay un alma que anhela
reencontrarse en la intimidad, con aquello que Dios le vino y que el mundo de
hoy ignora o hace burla, es por lo que he aprendido esta tarea. Para ellas,
pues, este ensayo de interpretar lo único ininterpretable: El espíritu de un
poeta”.
Uno de sus
poemas de Camino soleado, dice al referirse a Potosí: “En medio a las
montañas, ingentes y sañudas, / cuya apretada mole hasta el confín se extiende,
/ como un nidal de águilas, la mirada sorprende / una ciudad prendida de
las rocas desnudas. /.../ Así por estas tierras llegaron los de España, / su
Dios nos impusieron a golpes de tizona / y se adentraron fieros en la recia
montaña / confiados en el cielo que todo lo perdona... /.../ ¡Han pasado los
años veloces sobre el nido, / y el águila de España perdióse en el olvido...!”.
En 1967,
Viaña dirige un mensaje a los Poetas reunidos en asamblea, a la cual lamenta no
poder asistir: “Hemos de convenir que la Poesía, como la de Dios mismo nadie
ha alcanzado ni alcanzará jamás, debe ser brindada a los demás con el ademán
sencillo y la palabra clara, como se ofrece al sediento un vaso de agua, sin
ocultarla en el oropel de enigmáticas metáforas y, sí mas bien, vistiéndola con
el color y la armonía de los vigorosos vocablos castellanos rejuvenecidos por
la savia que corre por las venas de la estirpe americana, y si del verso se
trata -que la Poesía puede albergarse en la prosa o el verso- désele la gracia,
el ritmo y la eufonía que son sus mejores atributos, que el perfume se guardará
siempre mejor en un lindo frasco de cristal tallado que en una tosca vasija de
barro”.
LIBROS
Novela: Cuando vibraba la entraña de
plata (crónica novelada del siglo XVII) (1948); Ananke (1977).
Poesía: La humilde ventura (1923); Camino
soleado (1935); En el telar del crepúsculo (1968); La sed
inextinguible (1970).
Cuento: Jardín secreto (1919).
Ensayo: Valor social de Fuente Ovejuna
(1942); Carlos Medinaceli, el autor de ‘La Chaskañawi’ (1949); Ensayo
de Interpretación Dialéctica de la Historia de Potosí (1950); Glosas a
las páginas del Ingenioso Hidalgo Don Miguel de Cervantes Saavedra (1951); El
Testamento de Potosí (Romance anónimo) (1954).
Ref.- W. Mendieta P., “José
Enrique Viaña, el poeta”, en Gentes y caminos de Potosí, 1976, 59-70; M. Araujo
S., Temas Literarios, 1977, 167-185; E. Ocampo, “Ananke, una novela…”,
Diario/Literario, 13.01.1980, 1; M.
Baptista G. Atrevámonos a ser bolivianos. Vida y epistolario de Carlos
Medinaceli, 1984, 241; E. Blanco, “José Enrique Viaña: Gesta que sobrevive en
el tiempo” (Páginas de Gesta), UH/Semana, 25.02.1996, 12-13; Wiethüchter/Paz,
Historia Crítica: II, 45; Blanco, Orureños, 2006, 71; JEV. “Un Mensaje
inolvidable” (20 de junio de 1967), Revista de Última Hora, 02.08.1977, 4; G.
Molina E., Ficha Bio-Bibliográfica, 2011
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
Primo hermano de padre mi Luis Viana Sapiensetti,tambien ex-combatiente de la guerra de Chaco, guerra donde itelectuales como Enrique , lucharon en condiciones precarias gracias a sus politicos mediocres de todo el tiempo
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