Se inició en el teatro en 1973. Pasó a la televisión y
actuó para varios videos. Creador del grupo ‘Quartocreciente’ (1991).
Sus presentaciones más exitosas fueron la trilogía sobre la
obra de Jaime Saenz, compuesta por: No le
digas (1998), Santiago de Machaca
(2001) y Los cuartos (2004). El 2011
presentó la obra ‘Aparapita’, basada en capítulos de la novela Felipe Delgado
del mencionado Jaime Saenz.
Fue nominado ‘Embajador del Teatro en el Mundo’ por el XV
Festival Temporales Internacionales de Puerto Montt, Chile (2004). En los
últimos años ha dictado talleres de teatro en la ciudad de El Alto. El año 2009
ganó el premio de escritura dramática ‘Adolfo Costa Du Rels’, con su obra ‘El
santo del cuerno’, basada en una serie de testimonios acerca de las vivencias
de los lustrabotas.
Mabel Franco Ortega lo valora: “Que es un profesional, no cabe duda. Ya lo dijimos y sin embargo
sorprende siempre su dominio de la voz (volumen, entonación), de los gestos y
del cuerpo (Mondacca salta, corre, se contorsiona, pero nunca se sale del
estrecho margen de la imaginaria celda)”.
Al hacer un balance de su actividad teatral hasta el
2011, Mondacca dijo en entrevista con el diario ‘Cambio’: “Estoy cumpliendo
casi 40 años de hacer teatro y las condiciones de cuando comencé a mis 17 años
son casi las mismas. Es decir, no se reconoce al actor y hay una crítica
improvisada que fácilmente hace concesiones consagrando a la amiguita de turno o descalificando el
trabajo de aquel ‘por que no le cae’ limitándose a: me gusta, no me gusta, me
choca, no me choca, etc. / Existe un público ávido de ver lo suyo y poder
reconocerse en la escena. Tal vez pueda
darle un nombre a todo lo que estoy diciendo: hay que bolivianizar nuestro
teatro, tenemos que exaltar nuestros valores. Como nunca antes este asunto de
la identidad está presente y nuestro
teatro tiene que volcar la mirada a lo que es suyo. Wilder Cervantes –una
figura máxima de la dramaturgia nacional, un hombre muy conocido sobre todo en
el exterior-, decía que había que encontrar a nuestro propios héroes en nuestro
teatro, y nuestros héroes están en nuestros ojos. Ante el fenómeno de la
globalización, que intenta borrar los rasgos propios de los pueblos, nuestro
teatro debe aferrarse a lo que somos. Parto de esta premisa: háblame de tu
pueblo y serán universal”.
Obras unipersonales en escena: Eureka (1993); Carnet de
Identidad (1989).
LIBROS
Teatro: El santo del cuerno (2009).
Ref.-
M.T. Soria, Teatro 1980-1998, 182-83; L.H. Antezana, “Son el uno para el otro”,
La Prensa, 22.10.2004, A24; Z. Hinojosa,
“Un actor que nunca transó…”, Presencia/Reportajes, 30.11.1997, 12; Sergio
Soliz, “No le digas…”, 11.09.1998, 11b; Carolina Virreira, “La clase media es
la más ausente…”, UH, 23.06.1989, 8; M. Franco, Programa Eureka, LP, s,f,; G.
Arauz, “D.M.: Borrarme bajo la piel…”, LR/Ventana, 02.05.1993, 12-13; Molina,
100 personajes, 173; Rey González, “Hay que bolivianizar…”, Cambio/La esquina,
27.03.2011, 4-5
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani
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