Abogado con estudios en la UMSA (1903), ocupó distintos
cargos diplomáticos, en tal calidad radicó en Europa por más de 25 años.
Secretario de la legación de Bolivia en París y en Londres desde 1910. Director
del diario ‘Los Debates’ (1916). Presidente y Diputado (1916) por el Partido
Liberal. Volvió a Europa en 1919 y asume el cargo de Agente diplomático de
Propaganda en Francia y España. En 1922 Cónsul General de Bolivia en París.
Ministro de Bolivia en Colombia (1929). En 1939 fue agredido por el Presidente
Germán Busch por negarse a rectificar un artículo suyo escrito contra el
gobierno. Senador de la República por el departamento de La Paz (1940). Ministro
de Agricultura, Colonización e Inmigración, bajo el gobierno de Peñaranda
(1940). Ministro de Bolivia en Venezuela (1941).
Gustavo Adolfo Otero, en 1943, lo
definió: "La labor de Arguedas, de
escritor solitario, de fiscal implacable y de acusador constante, acompañada de
la tesitura de una honradez insobornable, ha servido para despertar los
dormidos sentimientos de las muchedumbres bolivianas, y sus ideales de ayer han
sido superados por la realidad de hoy, demostrándose así su innegable
influencia como inquietador y como luchador".
Y en 1979 Mariano Baptista Gumucio lo
valoró: "Aspiraba a representar,
para la tierra de su nacimiento, lo que
significaron Fichte en Alemania o Joaquín Costa y Unamuno en España. En
medio de muchas incomprensiones cumplió lo que se proponía, con valor civil e
indeclinable pertinacia. Sus frases son rocas quemantes, como arrojadas con
furia desde el volcán de su corazón".
En 1936 el autor escribió: "pero transcurrieron los días, y los tristes
acontecimientos de estos últimos tiempos ‑mala política, mala administración,
escuelas malas, ambiente social corrupto‑ culminaron en la tragedia del
Chaco... para conducirnos ‑otra vez Dios mío‑ a la derrota, a la vergüenza y la
desmembración".
Su primera novela Pisagua
(subtitulada como ‘Ensayo de novela’), planteado como una obra sobre la Guerra
del Pacífico, es definida por el propio Arguedas en su libro La danza de las
sombras (1934), en que dice: “Pisagua, quiso ser un canto épico. En
torno a una descolorida aventura sentimental, intenté describir dos episodios
ya justamente legendarios: el valor y la abnegación de la raza puestos a
prueba de muerte en un trance
desesperado”. Publicado en 1903 y reeditado en 1978 por ‘Ultima Hora’, éste
último anota en la contratapa: “la novela comienza con las barricadas de La
Paz y la caída de Melgarejo, la misma que está tomada de ‘El día magno’ de
Agustín Aspiazu y termina en el heróico combate de Pisagua, plaza defendida por
las tropas bolivianas, asentadas en aquel lugar durante la Guerra del Pacífico,
capítulo inspirado en el relato de Trinidad Guzmán y José María Aguirre”. En
términos de Augusto Guzmán “es obra defectuosa en la composición. Estructura
episódica por ‘libros’, a la manera francesa, de los cuales solamente el
primero y el último tienen interés. Sobresalen tanto, que perjudican la unidad
del argumento histórico amoroso. /…/ La descripción del combate de Pisagua es
la única evocación literaria de esa guerra por parte de un novelista muy
posterior. El argumento como estilo es de tipo romántico. Un amor truncado por
la vanidad y renovado por el arrepentimiento. Tiene el mérito de que sucede en
nuestro ambiente”.
En torno a su novela Wuata Wuara, Edna
Coll anota: “Nace de una leyenda que Alcides Arguedas conoció en un viaje
que hiciera por las cercanías del Lago Titicaca. Pinta las costumbres
indígenas. Un gamonal se propone poseer a una linda indiecita llamada
Wuata-Wuara. Un día, mientras ésta apacentaba sus ovejas, es sorprendida por el
gamonal y sus amigos, quienes la arrastran
a una cueva temida por los indios y allí la violan y la golpean en la
cabeza, matándola. Partiendo de esta anécdota, Arguedas escribirá más tarde su
gran novela Raza de bronce”.
La novela Vida criolla, es
una pieza de argumento psicológico, en
que pinta a la sociedad paceña de principios del siglo XX.
Raza de Bronce, es una novela
que trata sobre el drama del indio boliviano. Publicada en 1919, cuenta con
varias ediciones, una de ellas del periódico ‘Presencia’ publicada de manera
masiva en 1998, con un prólogo de Gaby Vallejo, quien anota: “Raza de Bronce
es una denuncia del sistema de despojo de la tierra del que fue víctima el
campesinado en regímenes dictatoriales como el de Melgarejo”. Más adelante
habla del argumento: “Plantea la problemática de las tensiones sociales
entre clases, originadas siempre en la posesión o usurpación de los medios
productivos, manifestándose muchas veces, a través de lo racial. Por eso, Raza
de Bronce es novela realista, indigenista, costumbrista y social. /…/ Ubicada,
sobre todo, en la segunda parte de la novela, muestran la supervivencia de
hábitos ancestrales en una comunidad casi incontaminada de influencias
occidentales. La vida de los protagonistas, Agiali y Wata-Wara, es un pretexto
menor para el ingreso de dos contenidos temáticos básicos: los enfrentamientos
sociales y las constumbres indígenas. /…/ Una hacienda altiplánica en el yermo:
Kohahuyo, es el lugar donde transcurren los hechos. Es la hacienda que maneja
al campesinado como bestia de trabajo. /…/ Ante los abusos sucesivos de los
patrones una vieja mujer indígena
insinúa la insurgencia, como
salida digna, aunque sea para morir; pero Choquehuanka, viejo jefe indígena, se
resiste, por la trágica experiencia vivida
en una anterior rebelión, vencida con sangre y azote a 300 indígenas,
con la intervención del ejército. Sin embargo, la novela termina con la
insurgencia campesina. Los indígenas queman la casa patronal con la gente
adentro”.
Sobre el significado literario de esta
novela, anotó Carlos Castañón Barrientos: “Con RAZA DE BRONCE se inicia la
corriente literaria indigenista americana, de defensa del indio explotado, por
crueles patrones blancos, dueños de la tierra, y sus empleados mestizos”.
LIBROS
Novela: Pisagua (1903); Wuata Wuara (1904); Vida
Criolla (1905); Raza de bronce
(1919).
Ensayo: Pueblo Enfermo (1909).
Historia: La fundación de la República (1920); Historia general de Bolivia (1922); Los caudillos letrados (1923); La plebe en acción (1924); La dictadura y la anarquía (1926); Los caudillos bárbaros (1929).
Memoria: La Danza de las Sombras (1934); Etapas de la vida de un escritor (1963).
FUENTES:
G.A. Otero: "A. A.", Kollasuyo, 50, 1943, 105-07; J. Quirós, "A.
A. escritor", PL, 14.10.1979, 6; A. Guzmán, Panorama de la novela, 1985,
40; Arze, Diccionario Historiadores, 67-68; J. Albarracín, Diccionario
Histórico: I, 181-82; A. Crespo: "A., la historia y el positivismo",
PL, 14.10.1979, 7; Guzmán, Diccionario Literatura, 5-8; Varios autores, Signo,
39-40, LP, mayo-diciembre 1993, 312 pp.; C. Castañón, Literatura de Bolivia,
1990, 118; G. Vallejo, prólogo a Raza de Bronce, 1998, 8-9; Carlos D. Mesa,
“Arguedas es el pensador…”, Rev. Cultural FCBCB, 28, 2004, 7-11; C. Castañón,
“La producción literaria de A.A.”, Rev. Cultural FCBCB, 2004, 12-22
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