NÚÑEZ CÁCERES, Mauro
(Villa Serrano, Chuquisaca, Bolivia, 1902 – Sucre, Bolivia, 1973).- Músico y
maestro charanguista.
De
niño (1914), se trasladó a la ciudad capital Sucre, donde inicialmente aprendió
artes plásticas con la familia Palacios y comenzó su afición por la escultura;
fue el tiempo en que comenzó, de manera autodidacta, a cultivar el charango.
Tras cumplir con su Servicio Militar (1920), en 1931 se trasladó a la ciudad de
La Paz
y se incorpora a la
Compañía de Teatro ‘Tiwanaku’ de Wenceslao
Monroy, donde actúa como músico concertador y desempeña además el rol de pintor
de decorados y coreógrafo; con este elenco hace viajes a Perú y Ecuador. Luego
de esta experiencia fijó su residencia en Lima, Perú, donde siguió con el
teatro e hizo esculturas en miniatura; allí trabajó por 20 largos años. Luego
se trasladó a Buenos Aires, Argentina, donde hizo de artista múltiple además de
hacer radio. Actuó en el prestigioso Teatro ‘Colón’ y en festivales organizado
por el gobierno de Juan Domingo Perón. Hasta que retornó a Sucre después de
treinta años y fue declarado ‘Hijo Predilecto de Chuquisaca’. Se desempeñó como
profesor de artes folklóricas y de charango en la Escuela
de Música ‘Simeón Roncal’. En 1957 grabó su primer Long Play en el sello
‘Méndez’ con versiones de charango con piano. Fue el período en que de manera
sistemática fabrica charangos que fueron destinados a entidades oficiales y a
Embajadas de distintos países.
Según apuntes de Juan Manuel Torrez Rojas,
perseveró en la creación de nuevos timbres para el charango, hasta conseguir la
formación del cuarteto clásico de cuerdas, fabricando cuatro charangos de
distintos timbres y dimensiones, tal como ocurre con los instrumentos de arco.
Enseñó la técnica del manejo de estos
instrumentos; existen grabaciones que abonan el resultado de tales innovaciones
que el artista calificaba como Charangología. Probó con muy buen resultado un
instrumento de doble factura, que era a la vez charango y pinkillu. Logró insertar
un pinkillu en la diapasón del charango, haciendo coincidir los orificios con
la entrastadura, de tal modo que podía en su caso servir como aerófono y como
cordófono, caso único en la organografía universal. Fue nominado como ‘El
obispo del charango’ en el festival Folklórico de Salta, Argentina.
Como
compositor tiene más de cuarenta creaciones, entre ellas: Canción y huayño (huayño); July
July palomita (motivo chuquisaqueño); El
arriero (huayño); Chuquisaqueñita
(huayño); Taruquitas (huayño); Poncho ponchito (huayño); Fantasía para quenas (motivo
chuquisaqueño); El chapaqueño
(huayño).
Matilde
Casazola le dedicó un poema que en una partes dice: "Ah Don Mauro / tu sonrisa cabal / tu talla de árbol / tus manos
trabajadas en piedra y sueño, / todo queda dormida allá / en tu escondido
pueblo. / Pero ahora formas parte tú / de esa caravana / que ronda y ronda
nuestras paredes / concedidas / por un tiempo mortal. / Estás más aquí de los
relojes / y tocas mi aire / suavemente, / cobrizo embrujador de los charangos".
Ref.- J.M.
Torrez, “Música”, en Monografía de Bolivia: I, 1975, 200-201; Cavour, El
Charango…, 244 y 285; Rojas, Creadores, 72; M. Casazola, "Cobrizo
embrujador de los charangos", Aquí/Pegatina, diciembre de 1991, 1; Mario
Ríos, “Mauro Núñez y el folklore boliviano en el extranjero”, El Diario,
17.01.1971, 4; La Prensa/Oh, "El
charango más grande del mundo", 25.01.2004, 18; Fundación La Plata, La Música, 2005, 57
COPYRIGHT:
Elías Blanco Mamani
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