SALAZAR GONZÁLES, Félix (Villazón, Potosí, Bolivia, 1948 – Santa Cruz,
Bolivia, 2015).- Novelista y cuentista.
Se ha desempeñado como vendedor de libros y
luego como profesor de escuela en Santa Cruz de la Sierra.
Homero Carvalho al señalar al autor como un
narrador excepcional, se refiere con precisión a Yocazador para describir su argumento: “es la historia de un niño ayoreo obligado a sobrevivir en la ciudad,
ancha y ajena, extraño coto de caza, despiadado para alguien que sueña con
arroyos y peces, con árboles y aves. Es la historia que no queremos escuchar.
/…/ Yocazador es una metáfora contemporánea de la desesperanza y es un homenaje
a la amistad entre dos niños, uno de la selva y otro de los Andes”.
Su amigo, el también escritor Manuel Vargas,
a poco del fallecimiento (octubre de 2015) de Salazar hizo el siguiente apunte:
“Nos
preciábamos de que cada uno de nosotros tenía su mundo para contar. Lo dijimos
en alguna entrevista. Éramos, o pretendíamos ser, diferentes: el uno mostraba
los conventillos de La Paz, muertes y penumbras, el otro, sus oficinas
públicas, con piernas y farras. Un tercero, los afanes y sudores de la gente pobre
de la frontera: los trenes y el contrabando hormiga. Y quien esto cuenta, los
recuerdos de su infancia rural.
O sea, éramos
diferentes y teníamos mucho que decir, y nos unía un intento de ser más
profesionales en la escritura y ya nada que ver con el costumbrismo y el
discurso y la queja. A pesar de que, fuera de los cuentos y la poesía, nos
quejábamos y éramos unos rebeldes frente a la dictadura”.
LIBROS
Novela: Yocazador
(1997).
Cuento: Seis
nuevos narradores bolivianos (coautor, 1979); Cuatro narradores bolivianos contemporáneos (coautor, 1982); Cuentos de la frontera (s.f.).
FUENTES.- H. Carvalho, prólogo a Yocazador, IV-V;
Guttentag, Bibliografía 1997, 123; Correveidile, 7, 1998, 20-24 y 49; F.
Salazar, “Mi padre”, Signo, 13, 1984, 203-05; E. Blanco, Potosinos, 2010, 139;
M. Vargas, “El testigo”, Página Siete/Letra siete, 16.02.2016
COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani / Museo del Aparapita
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