BERTONIO, Ludovico (Ancone, Italia, 1557 – Lima, Perú, 1625).- Filólogo, especializado en el estudio de la lengua aymara y religioso de la orden Jesuita.
Según apuntes biográficos de Xavier Albó (2002),
Bertonio entró en el noviciado en Roma en 1574 y en 1578 fue destinado al Perú.
En 1585 trabaja en la doctrina aymara en Juli, “donde se concentró en el aprendizaje de la lengua aymara y en los
misterios de los indios como misionero itinerante. Aunque en 1599 pasó a Potosí
(Bolivia) para atender a los numerosos mitayakunas de lengua aymara, en 1603
retornó a Juli, donde permaneció hasta 1619. Enfermo de gota, pasó luego a
Arequipa y pocos años después a Lima, hasta su muerte”, anota Albó.
En opinión de los historiadores José de Mesa y
Teresa Gisbert, "La obra capital
para el aymara es la del padre Ludovico Bertonio"; destacan que el
conjunto de las obras que éste había hecho sirve para entender y traducir el
idioma aymara al castellano, a fin de hacer del mismo una herramienta para el
adoctrinamiento de los naturales del nuevo mundo. "Para captar algo de la importancia de Bertonio, diremos que su
obra de hace más de tres siglos no ha podido ser superada, y que todos cuantos
deseen escribir sobre el aymara deberán consultar la obra del italiano",
concluyen los mismos estudiosos en 1964.
A decir del historiador Valentín Abecia, en su libro
Historiografía Boliviana, Bertonio
"ha sido asimilado a la literatura
boliviana, porque tuvo contacto directo con este territorio". Y
efectivamente, el autor vivió en los alrededores del Lago Titikaka, con el fin
de aprender el idioma del lugar, acción que le permitió gestar sus obras más
trascendentales.
Por su lado el estudioso peruano Jaime Barrientos
Quispe hace el siguiente apunte descriptivo en torno a Bertonio: “Investigó y estudió la cultura aimara durante 18
años para escribir su Vocabulario de
la Lengua Aymara, que en una primera impresión se planteó como
diccionario o lexicón religioso-católico que pese a ese corsé inicial promovió
el establecimiento de la escritura y ortografía de la lengua aimara con
criterios lingüísticos muy avanzados, aún para hoy día. Y no solo ello: abarcó
más expresiones de la fabla popular y hoy en sus páginas se rescata expresiones
quechuas y puquinas propias de un escenario como fue el altiplano, riquísimo en
expresiones idiomáticas, donde se habló quechua, puquina, uro, uroquilla y
aimara y no fue una Torre de Babel de desentendimientos tal como consigna la
Biblia para la realidad mediterránea sino que fue un orfeón de expresiones de
alto contenido y significación armónica”.
A fin de tener una idea del pensamiento de Ludovico
Bertonio sobre su propio trabajo, transcribimos un fragmento de la introducción
de su Vocabulario de la Lengua Aymara,
en que se refiere a las dificultades de aprender la lengua aymara, manifiesta:
"La una es la poca capacidad que céha (sic) de ver en los indios. La otra
la poca esperanza que tienen de coger fruto después de haber trabajado: por ver
que los indios son tan mal habituados, tan llenos de espinas, y abrojos sus
corazones que la semilla de la divina palabra que en ellos se siembra no puede
fructiferar, y finalmente, que es tiempo perdido el cultivar esta gente. Dificultoso
negocio es deshacer una opinión tan asentada en el común sentir de los hombres,
y nacida de lo que comunmente todos vemos por experiencia, y por ello no puede
negarle, y es necesario concederlo."
LIBROS
Estudios: Arte breve de la
lengua aymara para introducción del Arte grande de la misma lengua (Roma, 1603); Arte y gramática
muy copiosa de la lengua aymara (Roma, 1603), Arte de la lengua aymara con una sylva de phrases de la misma lengua y
su declaración en romance (Juli, 1612); Confesionario
muy copioso en dos lenguas aymara y español (1612), Vocabulario de la lengua aymara (1612); Libro de la vida y milagros de nuestro señor Jesucristo en dos lenguas,
aymara y romance (1612).
FUENTES: E. Finot, Historia Literatura Boliviana,
1964, 27-28; Mesa-Gisbert, Apéndice a Historia Literatura Boliviana de Finot, 1964, 518-519; V.
Abecia, Historiografía Boliviana, 1973, 72-75; J.R. Arze, Figuras Bolivianas
Ciencias Sociales, 1984, 51; Mesa-Gisbert, Historia de Bolivia, 1998, 214; X.
Albó, Diccionario Histórico: I, 2002, 298-299; J. Barrientos, “400 años del
vocabulario aymara…”, en www.digeibir.gob.pe (2012)
D.R. Copyright: Elías Blanco Mamani / Museo del
Aparapita
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