CALDERÓN DE LA BARCA, Pedro (Madrid, España, 1600 – 1681).- Dramaturgo, poeta, militar y religioso.
Calificado como uno de los insignes literatos barrocos del ‘Siglo de Oro’ de España, en especial por sus escritos en el terreno del teatro.
Su relación con Bolivia nace del hecho de que escribió la pieza de teatro denominada ‘La aurora en Copacabana’, impresa en 1672, obra que está inspirada en el Santuario de Copacabana, a orillas del lago Titicaca, en el departamento de La Paz, aquí en Bolivia. El protagonista de la obra es el escultor indígena Francisco Tito Yupanqui, quien precisamente talló la imagen de la Virgen de Copacabana.
Dos estudiosos bolivianos de la literatura nacional se han ocupado del tema, Guillermo Francovich y Juan Quirós. El primero de ellos, filósofo y dramaturgo chuquisaqueño anotó en 1988: “La aurora en Copacabana no es un auto sacramental y mucho menos una comedia de capa y espada de don Pedro Calderón de la Barca. Forma parte del numeroso grupo de los llamados dramas religiosos que compuso el insigne poeta y dramaturgo. Pertenece por lo mismo, al más genuino acervo literario de la Edad de Oro española. Sin embargo, su tema, los sentimientos que expresa y las ideas que la inspiran hacen que esta obra esté también vinculada de modo especialísimo al pasado de Bolivia. Integra uno de los ciclos legendarios de nuestra tradición cultural, que, si no es tan trascendente como el de Potosí, es de grande importancia. Nos referimos al ciclo de Copacabana. Y en ese sentido, el drama calderoniano debe entrar también a formar parte de la historia del teatro boliviano”.
Y más adelante Francovich define: “La aurora en Copacabana fue una contribución de excepcional profundidad. Calderón vio en Copacabana algo mucho más significativo que la erección de un nuevo santuario entre los muchos que surgían por todo en continente de la época colonial. Para él constituyó el símbolo de la transformación que se procesaba en América en esa época. En cierto momento, llegó a comparar Copacabana con Roma”.
Por su lado el crítico literario, el cochabambino Juan Quirós, hace las siguientes precisiones sobre la obra de Calderón y sus estudiosos: “Ricardo Rojas que es uno de los pocos autores que ha estudiado esta obra no sólo con detenimiento sino hasta con verdadero entusiasmo, después de expresar que todo el teatro de Calderón ‘es un solo monumento de poesía dramática y de fe religiosa’, dice que ‘La Aurora es un compendio de todo ello’ y, renglones más abajo, agrega: ‘La palabra aurora en el título de esta comedia expresa el advenimiento de la luz, pero la usa en sentido metafórico para aludir a la luz del Evangelio cuando amaneció en el Perú de los Incas con la entrada de los españoles. Este acontecimiento histórico empezó en el desembarco de Túmbez por donde los conquistadores entraron hasta el Cuzco y dominaron todo el Tawantinsuyo que era el nombre de aquel imperio indígena’. Aún tenemos que citar el siguiente añadido de Rojas: ‘El título se completa diciendo: la aurora en Copacabana a orillas del lago Titicaca donde tuvo su origen la antigua civilización autóctona y donde se inició la nueva era cristiana en el milagro de la Virgen María, cuya imagen se venera hasta hoy en su famoso santuario”.
FUENTES: J.L. Corujo, ‘Calderón de la Barca’, La Razón/2da. Sección, 21.04.1946, 1; J. Quirós, ‘La aurora en Copacabana’, Rev. Signo, 31, septiembre 1990, 49-60; G. Francovich, ‘La aurora en Copacabana’, en Variedad, 1988, 137-143
FOTO: Retrato de Pedro Calderón de la Barca, sin dato del autor, publicado por ‘La Razón’ de La Paz, en 1946.
D.R. Copyright: Museo del Aparapita / Elías Blanco Mamani
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