RUBINIC DE VELA, Renán (Potosí, Bolivia, 1906 - ¿?).- Pintor, retratista, caricaturista y escultor.
Además de alguna noticia local en 1934 en diarios paceños, poco se conoce
de este artista potosino, por un lado están las dos pinturas reproducidas por
Pedro Querejazu en el libro Pintura en
Bolivia en el siglo XX (2018) en el que se limita a anotar que Rubinic
estuvo activo entre 1925 y 1930, y lo enmarca entre los artistas del Telurismo
o ancestralismo, junto Víctor Valdivia, Teófilo Loaiza y Cecilio Guzmán de
Rojas entre otros; las pinturas citadas son fechadas una en 1930 y la otra en
1935.
Otra fuente rica en datos es el artículo escrito por el paceño Raúl Botelho
Gosálvez bajo el título de ‘Rubinic de Vela, Dit le Bolivien’, publicado en
Presencia Literaria en junio de 1976, en el que cuenta, en base a una larga
charla que tuvo con el artista, una serie de hechos sobre su trayectoria y que
pasamos a resumir.
Rubinic nació un 6 de febrero de 1906 en Potosí, Bolivia. Estudió en el
Colegio Pichincha, donde se encontró con Rodolfo Subieta, Gastón Pacheco,
Alfredo Zambrana Jáuregui y Mario Daza Ondarza; entre sus maestros estuvieron
el músico Simeón Roncal y el pintor Fortunato Díaz de Oropeza, quien “le inició
en el arte, despertando su verdadera vocación”, anota Botelho.
En 1925 salió de Bolivia con rumbo a Santiago de Chile, donde su destreza
para la caricatura le abrió sus puertas la revista ‘Zig-Zag’ dirigido por
Atiliano Sotomayor. Allí asistió a la Academia de Bellas Artes.
En 1926 se embarcó rumbo a Europa para instalarse en una pequeña habitación
París, Francia. Trabajó inicialmente en la realización de un dibujo animado
titulado ‘Clic et Clic-Clac’ para lo que hizo hasta 60.000 dibujos, fue además
el guionista. Por este tiempo –cuenta Botelho- “no está desamparado. El industrial minero Mauricio Hochschild, que
andando el tiempo sería uno de los ‘barones del estaño’ de Bolivia, le asignó
una modesta pensión de estudiante”. Se inscribió en la Escuela de Bellas
Artes de París, como alumno libre de pintura y escultura. Al poco tiempo
postula a ser ilustrador del diario ‘Le Matin’, medio que lo acepta y le hace
un contrato de diez años, “A partir de entonces el gran diario francés
publicará retratos, apuntes, caricaturas, croquis de los hombres que ‘hacen
noticia’, trabajados por él. Es temido, respetado y admirado. Se le elogia por
su habilidad y facundia extraordinaria que le permiten presentar casi a diario
sus trabajos”. Con estos antecedentes pasa luego al renombrado diario ‘Le
Figaro’, hasta que le sorprende los sucesos de la II Guerra Mundial con la
ocupación de Francia por parte de Alemania, lo que motiva que sea encarcelado
por el lapso de tres meses, siendo liberado luego al ser reconocido como
‘artista’. Posteriormente se dedica a trabajar en su taller para exponer sus
obras en galerías francesas, proponiendo una pintura que él denomina
‘visión-espacial’.
Por su lado el estudioso del arte potosino Ricardo Bohorquez Ramírez en
reseña publicada en noviembre de 1965, define sobre Rubinic: “Autor de un nuevo concepto de pintura el
‘Velismo’, que aún no ha tenido su divulgación respectiva, es sin duda el más
audaz de los Potosinos, se marchó al viejo mundo solo, sin más escudo que su
paleta ni más alabarda que su pincel y seguro de su talento, logró el esperado
triunfo”.
FUENTES: La Razón, ‘Un artista
potosino en Francia’, La Razón, LP, 04.02.1934, 5; R. Bohorquez, ‘Pintores
potosinos’, Potosí, 11.11.1965, 5; R. Botelho, ‘Rubinic de Vela…’, Presencia
Literaria, 06.06.1976, 1; Presencia/Puerta
Abierta, "Creador de los primeros dibujos animados franceses es
boliviano", LP, 17.05.1992, 1; P. Querejazu, Pintura en Bolivia, 2018,
62 y 80
FOTOS:
1)
Cerro de Potosí (1930) de Rubinic,
reproducido en el libro Pintura de Bolivia (2018) de Pedro Querejazu.
Biblioteca Museo del Aparapita.
2)
Retratos realizados por Rubinic,
reproducidos en la revista ‘Bolivia’ de 1939. Archivo Museo del Aparapita.
D.R. Copyright: Museo del
Aparapita / Elías Blanco Mamani
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