VEGA RODRÍGUEZ, Julio de la
(Puerto Suárez, Santa Cruz, Bolivia, 1924 – La Paz,
Bolivia, 2010).- Novelista, poeta, dramaturgo y crítico de cine.
Abogado con estudios en la UMSA de la ciudad de La
Paz, donde radicó desde su juventud. Docente y director de la carrera de
literatura de la UMSA. El festival ‘Teatro de los Barrios’ lleva su nombre en
su honor. Integró el movimiento ‘Gesta Bárbara’. Se menciona que ganó el Premio
de Poesía ‘Franz Tamayo’ (1966). Tuvo la oportunidad de visitar París y otras
capitales de Europa hacia el año 1951; incluso llegó a la India. Miembro de la
Academia Boliviana de la Lengua (1976). Premiado con la Medalla ‘Pablo Neruda’
(2004) por parte del gobierno chileno. Premio Nacional de Cultura (2005) dado
por el Estado Boliviano.
El estudioso Pedro Shimose ha dejado los siguientes
apuntes (2011) sobre el autor: “Surrealista a la boliviana, Julio de la Vega
afirma la vida mediante el arrebato erótico; en su poesía social hay una
actitud moralizante, siempre alerta a lo maravilloso. Fiel a sus maestros
surrealistas, se opone a la poesía pura y cree que la poesía es un modo de
expresión vital, una liberación total del espíritu. Los sueños, la pulsión
erótica, la nostalgia del paraíso, la sed de justicia, inspiran su lírica
exuberante de imágenes. El cuerpo femenino es metáfora del trópico mágico,
salvaje, misterioso y encantador. A pesar de haber vivido desde niño en La Paz,
el poeta convierte a Santa Cruz en mito literario”.
Eduardo Mitre por su lado lo define (1988): "Poeta
del viaje y de la aventura, De la Vega lo es en igual medida del amor. Su
poesía amatoria es una constante presente en toda su obra. Pese a los
desniveles que en la misma ofrece, De la Vega es sin duda uno de nuestros más
notables poetas del amor o, más precisamente, del amor-pasión que se alimenta
del obstáculo erigido por la ausencia o la interdicción social".
El poeta Armando Soriano Badani ante su fallecimiento
escribió: “La lira eminente de Julio de la Vega ha callado de súbito para
convertirse en perenne gloria inmarcible. Sus poemas seguirán palpitando en la
emoción y sentimiento de los lectores, quienes reverenciarán la altura
penetrante de su estro. Colmado de intensa emotividad expresiva en sus imágenes
de ambiciosa tensión subjetiva o de objetiva plasticidad y colorido, según la
temática de su copiosa poesía”. Por su lado el estudioso Raúl Rivadeneira
lo valoró: “Julio de la Vega era un gran exponente de la poesía de la
segunda mitad del siglo XX, de una pléyade de escritores y poetas. Y no
solamente un gran poeta, sino también un gran dramaturgo, porque ha dejado
varias obras de primerísima calidad. Y luego está su presencia
enaltecedora de las letras en la Academia Boliviana de la Lengua y un miembro
activo del grupo cultural Prisma, un grupo que logró reunir a varios
escritores”.
Su poema ‘¿Quién es Ninoskha Méndez?’ dice en un
fragmento: “No me veréis con ella nunca / porque el amor es el secreto de la
cita. / Sabed que camino con ella entre árboles nocturnos, / que su casa está
situada en los límites / de lo real y el sueño / que para verla debo tomar el
‘Viento de las Once’ / que pasa por la ruta láctea / y me deja en las luces de
su puerta / donde debo decir el santo y seña: / ‘Viva la oscuridad / y me
estrello en la angustia como el mar en la roca, / por eso vengo a ti a iluminar
mi boca!’”.
Otro de sus versos, el dedicado a ‘Los pinos de Roma’,
expresa: “Se diría un ejército, / un batallón de paz. / Como una multitud,
los pinos / pintan la geografía de la ciudad. / ¿De qué distancia viene su
verde simetría? / ¿Desde qué punto de la historia / sus paralelas líneas ha
llegado / a nuestro siglo, / a nuestra época de ruidos? / Yo los he visto
erguidos mirar hacia las nubes / cuando los besan los aviones; / en sus
extensas copas, / mesas redondas del alivio, / multiplicaron nidos, / desde
antes de la luz, / desde la cruz y por los siglos de los siglos. / Sobre los
siete montes, / en los siete collados de la ciudad eterna / he visto
despeinarse sus melenas. / Los he mirado hablando a las palmeras, / llamarlas compañera
vegetal y acariciarlas / y conquistar su talle, con su amplio armazón de
clorofila”.
LIBROS
Poesía: Amplificación temática
(1957); Temporada de líquenes (1960); Twist en las alturas
(1963); Poemario de exaltaciones (1967); Vuelos (1993); Toda
la poesía completa de Julio de la Vega (2008).
Novela: Matías, el apóstol
suplente (Mención de Honor del Concurso ‘Erich Guttentag’, 1971); Cantango
por dentro (1986).
Teatro: Se acabó la diversión
(1975); La presa (1982).
Ref.- O. Harnés, Poetas cruceños, 194; E. Mitre, Poetas Contemporáneos,
69; Quirós, Índice poesía, 303; Rubén Vargas, “A propósito de Cantango por
dentro”, UH/Semana, 15.08.1986, 8; Abecia, Gesta Bárbara, 2000, 45-50; Marcelo Villena,
“Cinco giros con Cantango por dentro”, Mariposa Mundial, 9, 2002-2003, 62-71;
LR/Tendencias, “Toda la poesía…”, 22.06.2008, C4; R. Rivadeneira, “Murió el
poeta…”, LR, 12.11.2010; R. Vargas, “Se fue J. de la V….”, LR/Tendencias,
14.11.2010, C9; Armando Soriano, “El silencio de J. de la V.”, Página Siete,
01.12.2010; Shimose, Poetas del Oriente, 2011, 31-60
FOTOS: Archivo Elías Blanco (1997 y 2005)
COPYRIGHT:
Elías Blanco Mamani
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