VERGARA VICUÑA,
Aquiles (Viña del Mar, Chile, 1895 – La Paz, Bolivia, 1968).- Historiador
y militar.
De sus 73 años de existencia, 38 los vivió
directamente junto a Bolivia, pero no en plan de inmigrante, de refugiado o
colonizador, sino del que opta en luchar por una patria adoptiva. No otra cosa
se puede deducir de sus acciones como cuando participa en el frente de batalla
en la Guerra
del Chaco como oficial del ejército boliviano. Además tuvo otro frente de
guerra, en este caso con su propio país: Chile, al asumir que era injusto el
enclaustramiento boliviano y para difundir su posición elabora y publica una
serie de libros que abogan por un cambio de actitud de los gobiernos chilenos.
Aquiles Vergara Vicuña no estaba de paso por Bolivia, se quedó y para siempre,
y aquí murió, en La Paz
en 1968, quien había nacido en Viña del Mar en 1895. Pero el caso es que antes
de que venga a Bolivia Aquiles Vergara no era un chileno corriente, de ello nos
damos cuenta revisando su historia de vida: se graduó de la Escuela Militar
como Oficial de Artillería (1914), estuvo en Cuba y España en misiones de
servicio; luego abandonó el Ejército para dedicarse, como civil, a la política.
Fue Diputado (1921) y posteriormente Ministro de
Justicia e Instrucción Pública (1927) bajo el gobierno de Carlos Ibáñez. Hacia
1930 se desempañaba como Alcalde de Quilicura, cargo al que se vio obligado a
renunciar tras la caída del gobierno de Ibáñez que lo había nombrado. Es el
tiempo en que decide venir a Bolivia para recolectar datos a fin de elaborar
trabajos de historiografía en torno a la relación chileno-boliviana.
En 1934 conoce al Ministro Plenipotenciario de
Bolivia en Chile Plácido Sánchez, de cuya relación saldría posteriormente una
invitación para incorporarse al Ejército Boliviano en el frente de batalla en
plena Guerra del Chaco (1932-1935) frente al Paraguay. El historiador chileno
Bernardo Jeffs señala que Aquiles Vergara fue uno de los 105 oficiales chilenos
en situación de retiro que combatieron a favor de Bolivia en la Guerra del Chaco, pero fue
el único en asumirlo como algo suyo. Asiste a la contienda con el grado de
Teniente Coronel. Llegó a ser designado Comandante de Artillería del I Cuerpo,
como tal tuvo participación en importantes batallas. La experiencia llevaría
luego a que el mismo sea nombrado como cronista oficial de la Guerra. De allí salen los
tomos de Historia de la Guerra
del Chaco (7 v. 1940-45) y monografías como: Bernardino Bilbao Rioja (1948). Luego vendría el tema del mar de
Bolivia.
Sus ideas se forjarían en base al estudio de la
historia y la posterior publicación de libros. Una lista de ellos es el
siguiente: Bolivia y Chile. Lecciones del
pasado, advertencias para el porvenir (1936); El mar, nexo de paz entre Bolivia y Chile (1938); Criba de recuerdos (1955); Cosas y quisicosas de un problema americano
(1963). En su libro publicado en (1938),
Aquiles Vergara en el capítulo referente al Tratado
de 1904 (reproducido por Mariano Baptista Gumucio), un tono reflexivo y
dirigido principalmente a sus compatriotas, argumenta sobre el tema lo
siguiente: “Es claro que Chile con varios
miles de millas de costa no puede experimentar
la necesidad de ellas; es una caso de hartazgo. En cambio es justo y es
humano que Bolivia, que no tiene una pulgada de costa, desee vivamente adquirir
cualquier extensión de ella por pequeña que sea. Lo que se tiene generalmente
no preocupa ni se valoriza. Cuán diferente es el caso de justipreciación de
aquello que se posee en pequeña escala o bien de aquello que se ansía poseer.
/ Es tiempo ya que el pueblo chileno
comprenda la tragedia molesta y dolorosa que significa la extorsión sobre un
conglomerado libre para obligarlo a vivir enclaustrado, y que se apresure, con
equidad y nobleza a orientar a sus dirigentes en busca de una solución armoniosa
y edificante que suprima de una vez por todas las causa de este perenne
desasosiego, a la vez que haga desaparecer esa atmósfera de prevención o de
crítica que comúnmente ha nimbado las actuaciones de la política exterior de
Chile, y esto sólo podrá ocurrir cuando el pabellón boliviano pueda ondear a
través de los mares del mundo, luego que el país tenga acceso propio al océano
Pacífico, ruta majestuosa, verdadero ‘camino de las naciones’, que no debería
ser extraño a ninguno de los pueblos colombinos”.
FUENTES: José Roberto Arze, Historiadores y
cronistas, 1989, 172; M. Baptista, Chile-Bolivia. La agenda inconclusa, 1999,
39-54; R. Botelho Gosalvez, “Diseño de un hidalgo chileno”, Hoy/Análisis, LP,
18.09.1992, 1-5; L. Jeffs, “Vergara Vicuña en la Guerra del Chaco”, Ultima
Hora/Semana, LP, 01.10.1995, 4-6
COPYRIGHT:
Elías Blanco Mamani / Museo del Aparapita
Gracias por esta concisa publicacion acerca de un hecho que muy poco se conoce, o que es absurdamente ridiculizado por muchos. Entiendo que Chile no prestó apoyo militar a Bolivia, pero el hecho de que un Chileno viniera a pelear por otro pais que lo necesitaba pues ya es mucho, esta historia de este personaje deberia mostrarnos que nuestras responsabilidades y deseos no deben estar limitados por nuestro pais, a que se debe llevar la verdad cueste lo que cueste, como Aquiles, muchos chilenos desean que Bolivia tenga mar, pero no lo dicen por ignorancia, sino en honor a la verdad y evitar el enclaustramiento, aunque el pais mediterraneo tambien debe esforzarse por este tema.
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