ZURITA CANESSA, Raúl
(Santiago de Chile, 1951).- Poeta.
¿Qué conoces
de la poesía y de la literatura boliviana en general?, le preguntó el
periodista boliviano Martín Zelaya al poeta chileno, quien respondió: “La poesía boliviana es demasiado inferior a
su música. No sé dónde está Bolivia en la poesía boliviana, su bilingüismo, su
fuerza, su demencia. Bolivia es el país más potente de Latinoamérica, pero eso
en su poesía no está. Es una poesía en chiquitito, de poemas blanquitos, de
buenos modales. La única excepción es Jaime Saenz ¡pero que excepción, madre
mía! Claro, Mitre y Shimose son muy buenos, quizás les iría mejor de haber sido
peruanos, colombianos, chilenos, mexicanos”.
Zurita
es fundamentalmente poeta, y es uno de los pocos que ha logrado escribir uno de
sus versos enteros en el cielo con letra de humo. Hombre sin fronteras que pasó
por Nueva York, Roma, La
Paz. Premio Nacional de Literatura de Chile del año 2000. Aquí
en Bolivia dio a conocer hace tiempo un poema (en el suplemento ‘La Salamandra’ del
semanario ‘Pulso’) escrito expresamente –según
su propia definición– pensando en la
costa norte de Chile, Perú y Bolivia.
Un poema
que a la vez es un proyecto para escribirlo en 22.000 metros sobre
dicha costa y que sólo podrá verse desde el mar. Titula “Diálogo con Chile” y
dice: “Verás un mar de piedras / Verás
margaritas en el mar / Verás un dios de hambre / Verás el hambre / Verás
figuras como flores / Verás un desierto / Verás el mar en el desierto / Verás
tu odio / Verás un país de sed / Verás acantilados de agua / Verás nombres en
fuga / Verás la sed / Verás amores en fuga / Verás el poco amor / Verás flores
como piedras / Verás sus ojos en fuga /
Verás cumbres / Verás margaritas en las cumbres / Verás un día blanco / Verás
que se va / Verás no ver / Y llorarás”. Zurita nació el 10 de enero de 1951
en Santiago de Chile. Hizo estudios de ingeniería civil en Valparaíso y
matemáticas en Santiago, hasta 1973 (pero nunca ejerció). Acciones que agreden
su propia humanidad, harían crecer su fama en su país y más allá: quemarse las
mejillas, arrojarse ácido a los ojos serían algunos de esos actos, que siempre
acompañó con poemas.
Otra
experiencia, pero algo más razonable se dio en 1982, cuando a partir de la
publicación de su poema ‘Anteparaíso’, surge un ambicioso proyecto, hasta ese
momento inédito en la poesía contemporánea: las quince frases que componen
dicho poema fue escrita en el cielo de Nueva York, mediante cinco aviones que
lo escribieron con letra de humo blanco a 4.500 metros de
altura. Cada frase midió, aproximadamente, 8 km. de largo y pudo ser vista desde amplios
sectores de la ciudad norteamericana.
El poeta
más tarde declaró: “Cuando decidí
escribir en el cielo pensé que el cielo, desde los tiempos inmemoriales ha sido
lugar hacia el que todas las comunidades han dirigido sus miradas, porque allí
está escrito su destino. Uno de los mayores deseos sería ocupar ese cielo como
una página donde cualquiera pudiese escribir su destino”.
Luego de
una breve estadía en París, le fue otorgada la beca Guggenheim para la creación
poética. Posteriormente se desempeña como profesor de literatura en
universidades de EEUU. Hacia 1991 forma parte del cuerpo diplomático chileno y
cumple la función de agregado cultural de la Embajada de su país en
Roma, Italia.
Otros
poemarios suyos son: Canto a su amor
desaparecido (1986); El amor de Chile
(1987); La vida nueva (1988); Selección de poemas (1990); Poemas militantes (2000); Sobre el amor y el sufrimiento (2000); INRI (2003).
En
Bolivia dos estudiosos se han ocupado de su obra: Humberto Quino y Juan Carlos
Ramiro Quiroga, el primero elogiosamente a antologado sus versos en el volumen
denominado Álbum de la nueva poesía
chilena (1994), editado en La Paz.
Estuvo en Bolivia, en La Paz, en agosto de 2006 para participar de la Feria Internacional
del Libro.
FUENTES:
M. Arteche y otros, Poesía chilena contemporánea, Santiago de Chile, 1984,
296-298; R. Zurita, Anteparaíso, Madrid, 1991; H. Quino, Álbum de la nueva
poesía chilena, LP, 1994, 21-25; JCR Quiroga, “Epístola a los araucanos. Raúl
Zurita…”, Presencia/Linterna diurna, LP, 08.12.1991, 5; JCR Quiroga, “Raúl
Zurita…”, Pulso/Salamandra, 04.06.2004, 4-5; Martín Zelaya, “La poesía se lee
con la boca…”, La Prensa/Fondo
Negro, LP, 06.08.2006, s.p.
COPYRIGHT:
Elías Blanco Mamani / Museo del Aparapita
No hay comentarios:
Publicar un comentario